Tras el fracaso en el mes de agosto último de las negociaciones que Navistar y General Motors (GM) mantenían desde diciembre del pasado año para que la primera se hiciera cargo de la división de camiones de tonelaje medio GMC, ahora se rumorea que GM ha decidido probar suerte con la japonesa Isuzu a la que ha ofrecido aquella división, de acuerdo con el diario económico japonés Nikkei que aseguraba que Isuzu había indicado a GM que recibiría con gusto el ofrecimiento.
Sin embargo, la compañía nipona ha negado por boca de una portavoz, Yukiko Okazaki, que les haya llegado dicha oferta aunque ha reconocido que la estudiarían en cuanto la tuvieran en su poder. Los lectores recordarán que tras adquirir en 1971 el 34 por ciento del capital de Isuzu, GM llegó a controlar el 49 por ciento del constructor nipón pero en los tres últimos años, durante los cuales GM ha acumulado más de 50.000 millones de dólares en pérdidas, el constructor americano se ha ido desprendiendo de su capital en Isuzu para buscar el dinero con que contrarrestar sus números rojos.
También se ha desecho GM de otros muchos activos y trata de hacerlo con la mencionada división de camiones GMC y, desde hace sólo un par de meses con Hummer, el fabricante de vehículos todo terreno para usos civiles y militares, con ánimo de conseguir 4.000 millones de dólares. Sin embargo, la evolución negativa de la demanda de camiones en Norteamérica ha hecho que Navistar terminara por desentenderse del acuerdo de intenciones firmado con General Motors a finales del pasado ejercicio y muchos expertos creen que ha sido por considerar excesivo el dinero que se manejó entonces y querer pagar ahora bastante menos a GM.