La compañía acepta una multa de 150 millones para cerrar el escándalo de supuestos sobornos y comisiones por parte de más de un centenar de comerciales en sus ventas.
Georg Patcha-Reyhofen sustituirá al frente del grupo MAN al dimitido Hakan Samuelsson y, al menos durante unos meses, dirigirá la filial de vehículos industriales, cuyo responsable, AntonWeinmann, dimitió sólo unos días después que Samuelsson. El grupo acepta pagar una multa de 150 millones para cerrar el escándalo de los supuestos sobornos y comisiones
Georg Patcha-Reyhofen será el nuevo presidente ejecutivo de MAN. El que fuera responsable de la división de motores -MAN Turbo- y anteriormente director técnico de la filial de vehículos industriales del grupo, sustituye en el cargo al sueco Hakan Samuelsson, que oficialmente dimitió hace algunas semanas como consecuencia del escándalo desatado por las investigaciones que se iniciaron en mayo último por las autoridades alemanas sobre el pago de comisiones y supuestos sobornos por parte de más de un centenar de comerciales del grupo en sus operaciones de venta de camiones, autobuses y motores turboalimentados.
Las comisiones, que inicialmente se pensaba que ascenderían a 16 millones, engordaron rápidamente con el avance de las investigaciones, las cuales concluyeron que aquéllas alcanzaban la cifra de 51,6 millones de euros durante los últimos diez años. La auditoría ha sido llevada a cabo por un centenar de abogados e interventores, procedentes en su mayoría del bufete Wilmer Hale. Al menos una veintena de personas han sido despedidas y el grupo alemán ha anunciado que está estudiando si formular demandas individuales contra ellos. Además, al menos durante los próximos meses, Patcha-Reyhofen también cargará sobre sus espaldas con la responsabilidad de dirigir la filial de vehículos industriales, MAN Nutzfahrzeuge, cuyo responsable, Anton Weinmann, dimitió sólo unos días después de la repentina dimisión de Hakan Samuelsson.
En los últimos días, a las dimisiones ya recogidas en números anteriores de este periódico, se han sumado ahora dos altos ejecutivos de MAN Turbo: Gerhard Reiff, que fue responsable de la división de Petróleo y Gas, y Stephan Funke, responsable de las actividades de control. En el capítulo de nombramientos hay que reseñar el de Klaus Stahlmann como miembro del comité de supervisión de MAN. Stahlmann es presidente de MAN Turbo y miembro del comité de dirección de MAN. Frank Lutz será el nuevo director financiero del grupo MAN y también formará parte de su comité de dirección. Pese a que la profunda renovación de cargos en el grupo de Múnich y la fuerte sanción impuesta por las autoridades alemanas a éste por los sobornos y comisiones -la multa de 150 millones de euros casi va a acabar con los beneficios del presente ejercicio- hayan adquirido un papel preponderante en los titulares de la prensa económica mundial, por debajo subyace el problema de fondo -al que muchos consideran verdadero responsable de la salida de Hakan Samuelsson y sus principales colaboradores- y que no es otro que el futuro del grupo MAN dentro del grupo Volkswagen.
Según algunos medios económicos germanos, Ferdinand Piëch podría revivir su proyecto de unir en una sola compañía MAN, Scania y MAN Latinoamérica, que es como se denomina en la actualidad lo que fuera la división de camiones y autobuses de Volkswagen en Brasil. El periódico alemán Sueddeutsche Zeitung ha aventurado la posibilidad de que Volkswagen termine por lanzar una OPA por el 70,1 por ciento de las acciones de MAN que aún no controla. Para Frank Biller, un analista de LBBW, junio de 2010 podría ser la fecha ideal para que Volkswagen se hiciese con el control total de MAN, ya que hasta esa fecha sería factible que Volkswagen comprase más acciones del grupo de Múnich y las pagase con las acciones que el grupo de Wolfsburg tiene en Scania.
“En este marco, la fusión de MAN y Scania podría hacerse contando sólo con la aprobación de los comités de supervisión de las compañías implicadas y no sería preciso convocar una junta extraordinaria de accionistas, en la que nunca se sabe muy bien lo que puede pasar”, dice Biller. “En tal caso, terminaría siendo inevitable para Volkswagen realizar una OPA por el resto de MAN”, añade el analista de LBBW. Como ya adelantó este periódico, las relaciones entre Samuelsson y Piëtch no fueron fluidas desde que éste último accedió a la presidencia del consejo de supervisión del grupo de Múnich. El sueco no contaba con el apoyo de la alta gerencia de Wolfsburg por su oposición frontal a la integración con Scania y por su estilo comunicador de gerencia.