General Logistics Systems (GLS) Spain consolida su presencia en España doblando instalaciones propias y triplicando corresponsalías en plena crisis, a diferencia de otras compañías de paquetería que se han visto abocadas a ajustar estructura. GLS, propiedad de Royal Mail, el correo británico recientemente privatizado, ha pasado de cuatro delegaciones propias -Barcelona, Madrid, Valencia y Alicante- a ocho -Bilbao, Zaragoza, Málaga y Sevillaentre 2010 y 2013, además de incrementar capacidad, prácticamente doblando, en cinco de estas plataformas. Paralelamente, el operador ha crecido en 11 corresponsalías, hasta contar con 17 en otras tantas provincias españolas, durante este periodo.
El despliegue de la paquetera en el mercado peninsular sigue este año con una nueva delegación en Vitoria el próximo junio “y una segunda posible en el norte peninsular, aunque no hay una decisión tomada”, señala Demian Folla, director general de GLS Spain. Además, contará con tres corresponsalías más, como mínimo, antes de que acabe el año, con lo que tendrá una cobertura peninsular completa, excepto en Galicia, “donde también llegaremos”.
El mercado español “es una parte muy importante para el grupo GLS dentro de Europa y el objetivo es seguir haciendo más densa la red”, añade el directivo. GLS Spain ha registrado durante los últimos años “crecimientos superiores a los dos dígitos” en envíos internacionales y domésticos. Y ello ha sido posible, en gran medida, porque “las empresas españolas se están abriendo a la exportación y nuestros clientes están incrementando significativamente los envíos al exterior”.
Otro factor que ha influido es el auge del comercio electrónico, “se crean numerosas empresas de “e-commerce” que crecen espectacularmente”. El grupo GLS únicamente tiene una implantación mixta de instalaciones propias y corresponsalías en España e Italia. En el resto de los 35 países donde está presente trabaja exclusivamente con delegaciones propias. El volumen de negocio de GLS Spain ha crecido el 22 por ciento en cuatro años, hasta los 12,88 millones de euros en 2012, según el Registro Mercantil.