La estadounidense GM y la japonesa Isuzu, que durante muchos años fueran socios en el ámbito de los vehículos industriales, han firmado un acuerdo de intenciones con el objetivo de desarrollar una nueva generación de camionetas (“pick-up”).
En medios industriales se ha especulado con la posibilidad de que GM aprovechara para retornar al capital de Isuzu, pero fuentes de esta última compañía lo han desmentido. Algunos analistas creen que el fundamento del acuerdo es la reducción de costes de desarrollo del nuevo vehículo, particularmente altos en lo que se refiere a los motores.