Los tres grandes fabricantes norteamericanos (General Motors (GM), Ford y Chrysler), estudian la posibilidad de detener temporalmente la producción de camionetas (pick-up) a consecuencia de la contracción de la demanda de este tipo de vehículos, ante el encarecimiento del petróleo y los combustibles que de él derivan.
A finales del pasado mes de noviembre, este tipo de vehículos se acumulaban ya en grandes cantidades en las campas de los distribuidores y según Autodata, las existencias del pick-up Dodge Ram de la compañía Chrysler daban para las ventas de 120 días.