El Gobierno de Canarias presentará en seis meses una revisión de su plan energético que puede reubicar alguna de las plantas.
Granadilla y Arinaga siguen siendo los principales puertos candidatos para albergar dos nuevas plantas de regasificación en las Islas Canarias, que permitan reducir la dependencia del petróleo que tiene el archipiélago. El Gobierno de Canarias va a abordar la ubicación de las dos plantas en una futura revisión de su plan energético
Las ampliaciones de los puertos de Granadilla y Arinaga son los principales candidatos para acoger definitivamente las dos plantas de regasificación que el Gobierno de Canarias quiere instalar en el archipiélago para reducir en más de un 30 por ciento su dependencia del consumo de petróleo para la generación de electricidad. El proyecto de las dos plantas regasificadoras es una de las prioridades del nuevo ejecutivo de Paulino Rivero, pero aún sigue siendo una ‘patata caliente’, por la falta de sintonía entre administraciones y por la escasez de financiación que ha lastrado el mercado energético dejando en el aire varios proyectos.
Pese a que desde las autoridades portuarias de Las Palmas y Santa Cruz de Tenerife se apuesta por ambas plantas, el nuevo Gobierno de Canarias, formado por Coalición Canaria y PSOE, los ha puesto bajo revisión. La nueva viceconsejera de Industria y Energía, la socialista Francisca Luengo, anunciaba a finales de julio que en seis meses llevará al parlamento autonómico una revisión del Plan Energético de Canarias (Pecan) en la que se abordará la ubicación de las dos plantas regasificadoras previstas, que serán explotadas por la canaria Gascan. Luengo ha señalado que “urge” la revisión del Pecan, aprobado en 2007, porque las circunstancias en las que se acordó han cambiado en estos años.
El Pecan se aprobó justo antes de la crisis, lo que ha impedido que se cumplan algunos de sus objetivos, indicó Francisca Luengo, como ha sido la construcción de las dos plantas de regasificación. La planta de Tenerife está previsto que se ubique en Granadilla, junto al puerto de futura creación. En el caso de Gran Canaria debería instalarse en el puerto de Arinaga, pero el Ayuntamiento de Agüimes ha mostrado su oposición al proyecto. De hecho, el proyecto de Arinaga está estancado desde hace cinco años por parte del Ministerio de Medio Ambiente que no ha emitido el informe de impacto ambiental, ya que la Autoridad Portuaria de Las Palmas no renuncia a que la instalación gasista se ubique allí.
Por su parte, la planta de Granadilla tiene desde 2007 informe favorable de impacto ambiental, aunque la crisis no ha permitido iniciar las obras. La planta de Gas Natural Licuado (GNL) de Tenerife se ubicará junto a la central térmica de Endesa- Unelco ya existente en Granadilla. La planta permitirá que en Canarias dejen de consumirse hasta 800.000 toneladas de petróleo al año.
Luz al final del túnel
El Plan Energético de Canarias tenía previsto la construcción de dos plantas de regasificación en Gran Canaria y Tenerife para su puesta en marcha en 2009 y 2010, respectivamente. Su capacidad unitaria de almacenamiento era de 150.000 m3 de GNL. También estaban previstos la construcción de cuatro gaseoductos y tres ramales a las centrales térmicas de Tirajana, Jinamar y Candelaria.
El presidente de Enagás ha señalado que las dos plantas de regasificación previstas para Gran Canaria y Tenerife estarán incluidas en la próxima planificación energética del Gobierno para el periodo 2012-2020. Enagás quiere implicarse en ambos proyectos.
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