El naviero italiano no tiene interés en hacerse con Trasmediterránea porque “ahora nos toca digerir Finnlines”, su última adquisición.
En la convención de Cagliari, Emanuel Grimaldi, director del grupo Grimaldi, señaló que “los bancos están ayudando a los armadores porque no saben qué hacer con tantos barcos”. Grimaldi aseguró que no tiene interés en comprar Trasmediterránea “porque ahora nos toca digerir Finnlines”, la última adquisición del grupo
“Muchos bancos están ayudando a los armadores porque no saben qué hacer con tantos barcos. ¿Acaso los bancos pueden gestionar 400 buques mejor que los armadores? La situación hoy en día es muy crítica. En 2009, habrá muy pocas armadoras con beneficios. Este ejercicio nos vamos a sorprender con lo malas que van a ser la cuentas de resultados de la navieras”. Así de contundente se mostró Emanuele Grimaldi, director gerente del grupo marítimo Grimaldi, que tiene un flota de más de 100 buques ro-ro y unas ventas consolidadas de 2.500 millones de euros en 2008, en la reciente convención que la corporación celebró en Cagliari.
A preguntas de TRANSPORTE XXI sobre si la italiana mantenía su interés por comprar la española Trasmediterránea, también especializada en buques ro-ro y a la que los Entrecanales pusieron el cartel de ‘se vende’ a principios de 2008, Grimaldi respondió que “no estamos pensando en hacer ninguna adquisición. Ahora, para nosotros, es tiempo de digerir Finnlines”, uno de los principales operadores ro-ro del Norte de Europa, donde la italiana tiene un participación del 64,5 por ciento desde finales de 2007. “Cuando compras una compañía ya sabes que te va a llevar un tiempo organizarla hasta que consigues el valor de adquisición.
Por eso, es momento para trabajar y reorganizar mucho mejor Finnlines, lo que no es tarea fácil”, añadió. Grimaldi reconoció que tanto la naviera con sede en Helsinki como la griega Minoan Lines, otra de las recientes compras del grupo, donde ostenta el 85 por ciento, han tenido un año duro. “Los primeros seis meses fueron los peores que nunca he visto”, aseguró Grimaldi. En concreto, Finnlines está luchando para remontar nueve meses muy malos, período en el que las ventas bajaron un 35,6 por ciento (372,3 millones) y el Ebitda cayó un 67,3 por ciento (28,1 millones).
“Hemos cargado con los errores del anterior grupo directivo. Cuando te sobran 15 ó 20 barcos, es difícil inventar una fórmula para dar un giro a los resultados de la compañía”, que hoy dispone de una flota de 33 buques, aseguró Grimaldi. En diciembre, se librará de “4 ó 5 barcos mas” para ajustar la flota a las necesidades de la naviera. No obstante, el grupo con base en Napoles, que tiene un fuerte presencia en España con líneas desde Barcelona y Valencia a Italia, espera cerrar el ejercicio “con un Ebitda de 400 millones de euros, lo que nos permitirá amortizar los barcos, y un resultado neto de 100 millones”.
El beneficio es fruto de la venta de su participación en Hellenic Seaways, donde ostentaba un 33,40 por ciento a través de Minoan Lines, por la que ingresará 125 millones de euros hasta 2012. En la misma línea, Grimaldi está deshaciéndose de manera agresiva de los barcos más antiguos de su flota ante la llegada de 26 nuevos buques para las diferentes compañías del grupo en 2010.