El puerto iniciará conversaciones con los dos armadores tras declarar desierto el concurso.
El puerto de Barcelona ha declarado desierto el concurso para adjudicar la terminal de short sea shipping al no presentarse ninguna oferta. Se abre ahora el procedimiento negociado: la Autoridad Portuaria negociará con los armadores interesados, los italianos Grimaldi y Grandi Navi Veloci, para alcanzar un acuerdo con uno de ellos y adjudicar la terminal
Aunque muy esperada la terminal dedicada al tráfico de short sea shipping, un tipo de instalación que actualmente no existe en el puerto de Barcelona, se ha declarado desierto el concurso público convocado por la Autoridad Portuaria de Barcelona para adjudicarla al no presentarse ninguna oferta. Se abre ahora el denominado procedimiento negociado: el puerto establece negociaciones con las empresas interesadas para intentar alcanzar un acuerdo y adjudicar la gestión de la nueva terminal, que se ubicará en el muelle Costa. Grimaldi Nápoles es una de las empresas que negociará con la Autoridad Portuaria.
El armador italiano está presente en Barcelona desde 2004 con una línea de short sea shipping que enlaza con Civitavecchia y a la que sumó tres años después un segundo servicio entre el puerto catalán y Livorno, explotado este último conjuntamente desde hace unos meses con Flota Suardíaz. Grimaldi Nápoles, que opera en las instalaciones de Trasmediterránea y anteriormente estuvo en las de Terminal Port Nou, está interesada en contar con una terminal propia, pero no se presentó al concurso al considerar que las condiciones económicas “eran excesivas”, señalaron fuentes del armador, que declinaron dar más detalles.
La otra naviera que ha manifestado públicamente su interés en la terminal, pero que tampoco se presentó al concurso, es la también italiana Grandi Navi Veloci, la precursora de los servicios de short sea shipping entre Barcelona e Italia al desembarcar en el puerto catalán en 1998 con un servicio con Génova. La Autoridad Portuaria convocó el concurso público para adjudicar la terminal de short sea shipping el pasado 8 de julio, con una inversión estimada a asumir por el adjudicatario de 20 millones de euros y un periodo inicial de la concesión de 15 años.
El muelle Costa dedicado a este tráfico, donde el puerto de Barcelona ha invertido 7,5 millones de euros para ampliarlo, cuenta con una superficie de 16,5 hectáreas y 1.055 metros de línea de atraque. Además de Italia, Barcelona tiene conexiones con el norte de África.