La filial Transglobal adapta su almacén en el muelle de Guixar a los productos perecederos, y desde abril mueve convoyes de contenedores ‘reefers’ con destino a Zaragoza.
Grupo Davila está fortaleciendo sus instalaciones en el puerto de Vigo para la operativa de la fruta tras captar el tráfico de Fresh Del Monte, que desde principios de año realiza CMA CGM. Este contrato, con un movimiento anual de unos 14.000 TEUs, estaba anteriormente realizado por Maersk y tenía como destino la dársena de Marín.
Transformaciones Glogales (Transglobal), filial del Grupo Davila que logró el pasado enero la adjudicación de Adif para gestionar la terminal ferroviaria de Vigo durante los próximos 10 años, está desarrollando desde abril trenes de contenedores reefers con destino a Zaragoza.
El operador, que gestiona una superficie de casi 27.000 metros cuadrados en la terminal de Adif en Guixar, trabaja para doblar unos tráficos ferroviarios que rondaban los 30.000 UTIs en 2019. Los nuevos convoyes de reefers se suman a los trenes multicliente de Renfe y a la operativa que se realiza para Sogama con los residuos sólidos urbanos (RSU).
Además, Transglobal está completando una inversión de más de tres millones de euros en adaptar sus almacenes en Guixar a los productos perecederos. Las instalaciones, con una superficie de 4.000 metros cuadrados y ocho puertas de acceso, se dedicaban hasta ahora a albergar una mercancía muy diversificada, desde graneles, mercancía paletizada, cargas especiales, bobinas, siderúrgicos, vehículos, entre otras. Tras la reforma, en la nave se podrán depositar hasta 8.000 toneladas de alimentación refrigerada.
La llegada del tráfico de Fresh Del Monte al puerto de Vigo ha supuesto que los tráficos de frutas, hortalizas y legumbre alcancen las 28.187 toneladas durante el primer trimestre de este año, un volumen que supone multiplicar por siete la registrada en el mismo periodo de 2019.
Grupo Davila también tiene en el puerto de Marín unas instalaciones específicas para el tráfico refrigerado. La terminal DART, que el pasado año logró una ampliación de ocho años en su concesión, cuenta con una superficie cubierta de 1.000 metros cuadrados, con capacidad para 5.000 palets, así como otros 700 metros cuadrados descubiertos para las operaciones de clasificación, almacenaje y distribución de productos perecederos.