El operador posicionará una red pública de 15 cargadores ultrarrápidos para camiones en sus plataformas en alianza con Iberdrola y Power Electronics en los próximos 18 meses, tras arrancar con su primera electrolinera en Murcia.
Grupo Disfrimur impulsa la electromovilidad en el Corredor Mediterráneo. Es el gran objetivo de la compañía murciana que, en alianza con Iberdrola y Power Electronics, posicionará una red pública de 15 cargadores ultrarrápidos para camiones en sus plataformas ubicadas en España.
La compañía puso en servicio ayer su primera electrolinera pública, ubicada en sus instalaciones de Sangonera la Seca (Murcia). El proyecto permite el posicionamiento del primer cargador MCS (Megawatt Charging System) destinado a vehículos eléctricos pesados que se pone en servicio en el sur de Europa.
El cargador público, fabricado por la empresa valenciana Power Electronics, está alimentado por energía cien por ciento renovable con certificado de garantía de origen. La instalación, que cuenta con una potencia que puede alcanzar los 1.440 kW, está diseñada específicamente para vehículos eléctricos pesados, permitiendo la carga ultrarrápida de sus baterías del 10 al 80 por ciento en solo unos 30 minutos.
El objetivo del flotista murciano es que todas sus plataformas “estén electrificadas antes de finales de 2025”, según ha explicado a Transporte XXI, Juan Sánchez, director general de Grupo Disfrimur. La puesta en servicio de este tipo de cargadores va a posibilitar una reducción de hasta el 90 por ciento en el tiempo de carga, “maximizando así la eficiencia y comodidad” para las empresas de transporte que utilicen las instalaciones abiertas por Disfrimur.
Tras la puesta en marcha del cargador público en Murcia, el grupo ya está trabajando en la adecuación de sus bases valencianas, ubicadas en Sagunto y Ribarroja, ya que “lo que primero queremos terminar es el Arco Mediterráneo y por lo tanto Valencia está a la vuelta de la esquina”, avanza Sánchez, matizando que “lo siguiente será el hidrógeno”.
La puesta en marcha de la red de electrolineras públicas es un proyecto estratégico de Disfrimur, bajo el nombre de “transporte invisible”, que persigue reducir la huella de carbono a través de la renovación continua de su flota, la incorporación de vehículos que utilicen combustibles alternativos y el cálculo, reducción y compensación de emisiones de CO2.