Llegó a ser uno de los mayores flotistas de Castilla-La Mancha, pero ha visto reducida su actividad a mínimos y prepara un ERE.
La empresa de transportes y logística Grupo Galindo y Gento ha presentado concurso de acreedores acuciada por las deudas y la falta de liquidez. La compañía, que llegó a ser uno de los mayores flotistas de Castilla-La Mancha, ha visto reducida su actividad a mínimos en los últimos meses y prepara la presentación de un ERE
El Juzgado Mercantil de Albacete ha decretado el concurso voluntario de acreedores de la sociedad Grupo Galindo y Gento, que opera en el mercado con la marca comercial Grupo Galindo. La compañía, con sede central en Villarrobledo (Albacete), entra en concurso acuciada por las deudas y la falta de liquidez. Al cierre de esta edición, la compañía mantenía su actividad reducida a mínimos y proyectaba la presentación de un expediente de regulación de empleo (ERE) de manera inminente, según confirman fuentes del sector.
Grupo Galindo, que llegó a ser uno de los principales flotistas de Castilla- La Mancha con más de 200 camiones en activo, ha visto reducida paulatinamente su actividad y reajustado paralelamente su plantilla desde los cerca de 500 empleados con los que contaba en el año 2009 hasta los apenas 50 de los que dispone en la actualidad. Según las mismas fuentes, la crisis económica ha traído como consecuencia la pérdida progresiva del fondo de comercio de Grupo Galindo, que se empezó a plasmar en su actividad de transporte y logística para el sector textil, de la que era especialista desde sus orígenes hace ahora 20 años y en la que ha contado con clientes como Cortefiel, Inditex o Blanco, entre otros.
Otro de los aspectos clave que se citan en el declive de Grupo Galindo es haber afrontado fuertes inversiones en instalaciones logísticas, lo que ha acabado por penalizar el balance de la compañía. Grupo Galindo puso en marcha en su día unas instalaciones propias de 53.000 metros cuadrados en Villarrobledo, sobre una parcela de 300.000 metros cuadrados en la que preveía acometer futuras ampliaciones.
Además, la compañía adquirió otra parcela de 78.000 metros cuadrados en la localidad conquense de San Clemente, en la que inició las obras de construcción de una nave de 20.000 metros cuadrados que nunca llegó a poner en marcha. En conjunto, estas actuaciones representaron inversiones superiores a los 20 millones de euros, según adelantó en su día el propio fundador y propietario de la compañía, Pablo Galindo Herrera, con el que este periódico ha tratado de ponerse en contacto sin éxito. Al margen de ello, las mismas fuentes señalan que Grupo Galindo habría tratado de renegociar su deuda con la Seguridad Social en los últimos meses.
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