El acuerdo alcanzado con los acreedores recoge unas quitas del 30, 40 y 50% de la deuda, que se reducirá a cerca de 8 millones, y fija el pago en el plazo de cinco años.
Grupo Támega y una de sus dos filiales, Fisterra T.I.G., superan el convenio de acreedores con la misión de reforzar la actividad de agencia. El acuerdo con los acreedores recoge unas quitas del 30, 40 y 50% de la deuda, que se reducirá a unos 8 millones, según fuentes del grupo gallego de transporte, y fija el pago en cinco años.
Grupo Támega y una de sus filiales, Fisterra T.I.G., especializadas en transporte frigorífico nacional e internacional y cisternas, empiezan a ver la luz al final del túnel. Eso sí, con la incertidumbre aún sobre la evolución en el corto y medio plazo en el marco de un panorama económico sombrío. Las dos compañías, con sede en el municipio de Cervo (Lugo), han salido del concurso voluntario de acreedores, la antigua suspensión de pagos, iniciado hace apenas un año, tras lograr sacar adelante las dos propuestas de convenio presentadas, según confirmaron a este periódico fuentes del grupo.
Queda una tercera empresa, Trabajos y Servicios Exteriores, que centra su actividad en el mantenimiento de la flota del grupo, cuya junta se aplazó porque está pendiente de que se resuelva un recurso presentado por uno de los acreedores. El plan de pagos aprobado contó con más del 50 por ciento de adhesiones -el mínimo necesario-, incluida la de Novacaixagalicia, uno de los principales acreedores, lo que supone la superación del proceso concursal y el fin de la tutela de los administradores concursales.
Los representantes de los trabajadores mostraron su satisfacción, ya que se consigue mantener el empleo, aunque advirtieron que estarán “vigilantes” para que se cumplan los compromisos adquiridos. Las dos propuestas de convenio, a las que ha tenido acceso TRANSPORTE XXI, contemplan el pago en cinco años, con varios de cadencia, con unas quitas del 30, 40 y el 50 por ciento de la deuda, que se reducirá de unos 34 millones a cerca de 11. No obstante, fuentes del grupo gallego aseguraron que la cuantía de la deuda se sitúa en cerca de 15 millones, que se quedará en unos 8, ya que “la cifra está distorsionada” al sumarse la deuda entre el grupo. El pago de la deuda, además, está condicionado a que se genere suficiente liquidez para afrontarlo.
En caso contrario, se aplazarán los pagos hasta el plazo máximo de cinco años. El grupo de transporte logró mantener su actividad durante el proceso concursal gracias, sobre todo, al acuerdo de colaboración suscrito con Tomsa, del grupo Olano, que asegura un alto grado de actividad hasta 2016, fecha en la que expira la duración inicial del contrato. Otra de las medidas adoptadas para conservar la operativa fue la aprobación de un ERE, que afectó al 27 por ciento de la plantilla, que pasó de 110 a 80 trabajadores, lo que permitió reducir los costes fijos y adecuar el volumen de actividad a la realidad del mercado.
El plan de viabilidad del grupo, que no prevé crecimientos especialmente significativos en cuanto al volumen de operaciones en los próximos cinco años, se centra en reforzar su papel como agencia, que “no exige ampliar la capacidad productiva actual y, sin embargo, permite importantes incrementos de facturación a coste variable, con un margen medio estimado del 12 por ciento”. De hecho, el convenio señala que “esta línea de actuación constituye la principal apuesta de futuro, con la que espera duplicar las cifras actuales en un plazo de cinco años”, hasta los cerca de 17 millones de euros, “recuperando, e, incluso, mejorando, los niveles de ingresos totales anteriores al concurso”.
En el capítulo de gastos, la principal medida que se implantará es la sustitución de cabezas tractoras y ampliación de la flota actual en diez unidades mediante la formalización de operaciones de renting, según recoge la propuesta de convenio. Con ello se persigue ahorrar costes de mantenimiento y reducir la dotación anual a las amortizaciones. Los mismos interlocutores también avanzaron la fusión de las tres empresas en una única sociedad a corto plazo para simplificar su estructura y reducir costes.