La Diputación de Guipúzcoa ha retomado el proyecto para la puesta en marcha de un Centro Integral de Transporte, aprobado en la pasada legislatura, pero que sigue en el cajón. En principio, la entidad foral prevé tener listo el proyecto en junio, eso sí, “redimensionado”, ya que sopesa reducir a la mitad las cerca de 1.000 plazas previstas inicialmente. Así lo confirmó Ignacio Cepeda, presidente de la Asociación Empresarial Guipuzcoana de Transporte de Mercancías (Guitrans), que celebró su Asamblea General el pasado 24 de mayo en San Sebastián.
Cepeda, tras recordar la “grave” situación del sector, con cerca de 30.000 empresas menos desde 2008, reclamó a la Administración medidas para que fluya el crédito y se cumplan los plazos de pago, así como un marco jurídico que no permita trabajar por debajo de un mínimo umbral de rentabilidad. “Las empresas de transporte se encuentran atrapadas entre la falta de financiación y el largo plazo de cobro, con una ley de morosidad que no sirve absolutamente para nada”, apuntó el presidente de la patronal.
A modo de ejemplo, citó que el 70 por ciento de los pagos que se realizan a los transportistas superan el límite vigente de 60 días. Por último, Cepeda denunció la “alteración de la competencia” como consecuencia de la entrada de empresas extranjeras que contratan personal en otros países con costes laborales y sociales más bajos. “Hay que poner coto al aluvión de empresas de capital extranjero que no vienen a crear riqueza y puestos de trabajo, sino a esquilmar y romper el mercado”, sentenció Cepeda.