Las autoridades de competencia han dado luz verde a la fusión de los negocios de contenedores de la naviera alemana Hapag-Lloyd y la chilena Compañía Sudamericana de Vapores (CSAV), convirtiéndose en la cuarta naviera del mundo. La compañía resultante tendrá unos 200 buques portacontenedores, con cerca de un millón de TEUs de capacidad y un volumen de carga transportada de 7,5 millones de TEUs anuales, y establecerá su cuarta base regional en Valparaíso, en Chile.
Además de integrar el negocio de contenedores de CSAV en Hapag-Lloyd, también existen planes para reforzar la compañía a través de una ampliación de capital por 370 millones de euros el 31 de diciembre de 2014. La chilena CSAV tomará una participación de 259 millones de euros y Kühne Maritime 111 millones. La estructura de propiedad de Hapag-Lloyd dejará a CSAV como principal accionista con un 34 por ciento del capital social tras la ampliación.