Contarán con 200 buques, con un millón de TEUs de capacidad.
La naviera alemana Hapag-Lloyd y la chilena Compañía Sudamericana de Vapores (CSAV), han firmado un acuerdo vinculante para la fusión de sus negocios de contenedores. La operación, que está sujeta a la aprobación de las autoridades de competencia, dará lugar a la cuarta naviera del mundo, con un ingreso combinado de 9.000 millones.
Tras la fusión, la nueva Hapag-Lloyd, que mantendrá su sede en Hamburgo, contará con unos 200 buques portacontenedores, con cerca de un millón de TEUs de capacidad, y un volumen de carga transportada de 7,5 millones de TEUs. CSAV, a cambio de la aportación de su negocio de contenedores, se convertirá en uno de los principales accionistas de la nueva compañía, junto con HGV (Ciudad de Hamburgo) y Kühne Maritime, al hacerse inicialmente con el 30 por ciento de la entidad fusionada.
Los socios, además, acordaron un primer aumento de capital por 370 millones de euros, una vez que la operación haya finalizado, donde CSAV concurrirá con 259 millones. Esto aumentará la participación de la chilena, cuyo mayor accionista es el grupo Luksic, a un 34 por ciento. Un segundo aumento de capital por 370 millones se realizará junto con la apertura en bolsa de Hapag-Lloyd, según informan a través de un comunicado las dos compañías, que esperan unas sinergias anuales de al menos 300 millones de dólares (unos 216,6 millones de euros). El acuerdo alcanzado es la primera gran transacción en el mercado de transporte de contenedores desde el año 2005, cuando AP Möller-Maersk compró P&O Nedlloyd y Hapag-Lloyd se hizo con CP Ships.