Los dos armadoras alemanas consolidarían unas ventas de más de 10.000 millones anuales y operarían el 6,3% de la capacidad de transporte contenerizado mundial.
Son tiempos muy duros, y toca unirse. Las dos navieras más grandes de Alemania ultiman los detalles de una fusión que creará la cuarta naviera del mundo por detrás de Maersk, MSC y CMA CGM, con una flota de 242 barcos y y 1,05 millones de TEUs. Falta que se pongan de acuerdo sobre quién llevará el timón
Los consejos de administración de las navieras alemanas Hapag Lloyd y Hamburg Süd han entablado recientemente conversaciones para valorar la oportunidad de una possible fusión de actividades, según Reuters. De llevarse a cabo la operación, la naviera resultante ocuparía el cuarto lugar mundial en la especialidad de contenedores, por detrás de la danesa Maersk Line, la suiza Mediterranean Shipping Company (MSC) y la francesa CMA CGM. La nueva naviera tendría una capacidad total de transporte de 1,05 millones de TEUs, y acapararía el 6,3 por ciento del mercado mundial. La fusión de los dos armadores con sede en Hamburgo implicaría la necesaria aprobación de los accionistas, algo sencillo en el caso de Hamburg Süd, que es una subsidiaria del conglomerado familiar Oetker; pero no tan claro en el caso de Hapag Lloyd, participada por un grupo de empresarios liderados por Klaus-Michael Kuehne (presidente del operador logístico con sede en Suiza de Kuehne+Nagel) que posee el 28 por ciento de las acciones; por el mayor operador turístico de Europa, el Grupo TUI, con el 22 por ciento de los títulos; y por la ciudad de Hamburgo que controla el 37 por ciento.
La unión de las dos compañías generaría una cifra de ingresos de más de 10.000 millones de euros anuales, con una flota conjunta de 242 barcos propios y en régimen de chárter, además de 33 buques más en cartera de pedidos. No es la primera vez que surge la posibilidad de una posible fusión de las dos navieras. Ya en 1997 se rompieron negociaciones al respecto al no alcanzar un acuerdo con respecto a los aspectos financieros y de control de la futura sociedad. En cuanto a posibles redundancias, la posibilidad es mínima, ya que Hapag Lloyd es un actor principal de las rutas Este-Oeste entre Asia, Europa y Norteamérica, mientras que Hamburg Süd siempre se ha concentrado en los tráficos Norte- Sur, y tiene una fuerte presencia en el mercado latinoamericano.
Además, ambas compañías tienen importantes flotas de contenedores reefer: Hapag Lloyd concentrada en los tráficos del Báltico, y Hamburg Süd hacia y desde Latinoamérica. Klaus Michael Kuehne señaló el pasado mes de septiembre a la prensa alemana que una posible fusión con Hamburg Süd sería de su agrado, pues les permitiría competir con los grandes operadores del mercado como Maersk y MSC. De hecho, tampoco es la primera vez que Kuehne se pone de lado de una fusión de Hapag Lloyd con otra naviera. Haces tres años se planteó la intregración de la compañía alemana con la china NOL; pero de nuevo el proyecto se frustró por desavenencias con respecto al control del consejo de administración de la nueva naviera.
Pero, más que para hacer competencia a los grandes, como sugiere Kuehne, el objetivo final de la fusión de las dos grandes flotas alemanas sería la supervivencia. Hapag Lloyd ha sido reestructurada dos veces desde 2008, y aún arrastra una deuda neta de 1.800 millones de euros al final del tercer trimestre de 2012. El grupo registró ingresos por 5.200 millones de euros en los primeros nueve meses del año 2012, con unas pérdidas netas de 94 millones. Por su parte, Hamburg Süd pertenece a un poderoso grupo familiar alemán identificado con harinas y pizzas congeladas (Grupo Oetker), y si bien la naviera no tiene deuda, sí registra pérdidas. Fuentes citadas por la agencia Reuters señalan que la operación de fusión se cerraría en el primer trimestre de este año.