La actividad ha caído el 38,9 por ciento en los centros logísticos. Hay operadores que han echado el cierre y otros disparan su actividad
El departamento de Territorio y Sostenibilidad de la Generalitat ha lanzado un visor sobre la evolución de diversos indicadores de servicios básicos en relación con los efectos del Covid-19. Entre estos servicios básicos, ha incluido la movilidad del transporte de mercancías en las autopistas y autovías catalanas, así como la actividad que registran los centros de transporte y plataformas intermodales que gestiona la empresa pública Cimalsa, además de la Zona de Actividades Logísticas (ZAL) del puerto de Barcelona.
El visor recoge la evolución diaria, de la última semana y un histórico de las últimas semanas de cada indicador. En cuanto a la actividad logística, empezó con una mínima caída de la actividad del 2,5 por ciento el 20 de marzo en comparación con el mismo día del año pasado.
La curva de bajada llegó al 21,1 por ciento menos cuatro días después. Tocó suelo (hasta la fecha) al retroceder el 45,7 por ciento el 31 de marzo, cuando ya estaba paralizada toda la actividad no esencial. Desde entonces, ha ido remontando ligeramente hasta llegar a un descenso del 38,9 por ciento el 3 de abril, el último día analizado al cierre de esta edición.
Esta caída de la actividad da la impresión de que la logística en general no resulta tan extremadamente mal parada como otros sectores económicos por la pandemia. No obstante, esta menor afectación es el resultado de una media: hay operadores que han tenido que echar la persiana siguiendo los pasos de sus clientes y otros que han disparado su actividad al estar relacionada con los servicios esenciales.
Otro indicador de los tiempos que vivimos, hasta la autopista ferroviaria ha cambiado de colores, como bien señalan desde VIIA. Los remolques de lona con piezas de automoción y otros productos industriales han bajado para dejar sitio en exclusiva a frigos y cisternas.