Mario de Gandarillas
En los últimos cinco años, más del 65% de las familias a las que he asesorado eran empresas de hermanos, en las que el fundador, en un acto de sabiduría, daba un paso atrás, con la esperanza de que sus hijos fueran capaces de ponerse de acuerdo y conseguir que su proyecto escapara de las dramáticas estadísticas en lo relativo a la continuidad