El gigante textil apremia a la naviera Maersk para que garantice en 2025 al grupo español que el 90% de sus tráficos mundiales de contenedores se realice en buques ecológicos.
El gigante textil Inditex está maximizando su apuesta por impulsar la logística verde en el transporte marítimo, dentro de su objetivo de alcanzar las cero emisiones netas en el año 2040. Para ello, la multinacional, que preside Marta Ortega, se ha abrazado con fuerza a la estrategia de Maersk, su principal proveedor marítimo en rutas interoceánicas, para que la naviera danesa garantice en 2025 al grupo español que el 90 por ciento de sus tráficos mundiales de contenedores, tanto de importación como de exportación, se realice en buques ecológicos.
Y esta apuesta “no va a ser una tarea fácil”, reconocen fuentes sectoriales, “porque hablamos de decenas de miles de contenedores”. Pero, estos medios empresariales admiten que “Inditex va de la mano de Maersk, y ambas empresas llevan un paso por delante de la industria en materia de descarbonización gracias a colosales inversiones para lograr una cadena de suministro más sostenible”.
El grupo textil indica, en su última memoria anual, publicada a finales de marzo, que Maersk “garantiza reducir nuestra huella de carbono en el transporte marítimo” con el uso de combustibles verdes, “que repercutirán en un 80 por ciento menos de emisiones por cada litro consumido”.
Inditex arrancó esta política de descarbonización renovando sus votos con la danesa en el último trimestre del pasado ejercicio. Esta apuesta le ha posicionado como uno de los principales usuarios de la solución “ECO Delivery Ocean” que Maersk viene proponiendo a grandes clientes de transporte marítimo. A la estrategia del grupo español se han unido cargadores como la suiza Nestlé o la sueca Volvo Cars.
Son tres de los grandes embarcadores que confían en la danesa para la ejecución de gran parte de su cadena de suministro por vía marítima, aunque desde Maersk se indica que su solución ecológica ya está implantada en más de doscientos cargadores mundiales. Las empresas reconocen que se han producido impactos inmediatos en su huella de carbono, “porque les ayudamos a reducir sus emisiones en un 84 por ciento en comparación con los combustibles fósiles”, indican desde la danesa.
Con la aplicación de este programa, el cargador abona una única cuantía por el transporte del contenedor sin que exista el recargo por derechos de emisión que aplica la Comisión Europea, dado que la energía que propulsa los buques es biodiésel de segunda generación o metanol, el combustible ecológico que Maersk quiere implantar en todas sus rutas.
Junto a esto, Inditex viene apostando por una relocalización de sus actividades con una mayor centralidad de sus posicionamientos industriales cerca de Europa, reduciendo el número de millas recorridos por sus productos. De hecho, actualmente, el 50 por ciento de su producción está situada en España, Portugal, Marruecos y Turquía, “una fabricación en proximidad que nos permite una mayor agilidad en nuestra respuesta al mercado”, señala el grupo español en su última memoria.
Desde la danesa se confirma que está existiendo “una tendencia arrastre” para otros cargadores europeos y españoles de menor tamaño al de Inditex que se pueden beneficiar de esta estrategia de descarbonización. Y es que Maersk asegura que “algunos de los clientes ya están enviando volúmenes de más de 50.000 contenedores anuales con combustibles ecológicos”, aunque “hay otros que solo utilizan la solución para parte de su cadena de suministro”.
La tendencia en la transformación energética es de gran crecimiento, explican desde la danesa, al señalar que está trabajando para tener el suficiente combustible verde para atender todas las propuestas de descarbonización que demanden los cargadores a corto plazo.
Neutralidad
La solución ecológica de Maersk se ha implantado en una parte mínima de su flota conformada por 693 buques. La compañía generó un flujo de 23,8 millones de TEUs en 2023. De ellos, solo 660.000 TEUs fueron transportados con combustibles verdes.
Eso sí, su objetivo es seguir creciendo en este campo dentro de su compromiso de lograr ser una empresa climáticamente neutra en el ejercicio 2040. Para ello, la compañía acaba de iniciar el despliegue de su primer buque entre Asia y Europa con combustible sintético para rutas intercontinentales, el “Ane Maersk” con capacidad para 16.592 TEUs, al que se unirá, en breve, el “Astrid Maersk”. Son los primeros buques de los 18 buques con motores duales propulsados por metanol verde que entrarán en navegación entre 2024 y 2025.