Laura Rodríguez
Resulta ahora impensable que el pre-booking pudiera definirse mediante tarjetas, con las previsiones escritas y sujetas con chinchetas en un corcho, o que el conductor se identificara escribiendo sus datos a mano en ventanilla. Desde entonces, la automatización en puertos y terminales es una realidad que permite maximizar la eficiencia, reducir costes y garantizar la seguridad