El fuerte impulso del comercio electrónico sigue empujando las estadísticas al alza
El pasado mes de abril tuve el honor de participar en la inauguración de una nueva plataforma logística en Madrid llevada a cabo por el promotor GLP. A pesar de la actual escasez de suelo logístico, especialmente en el entorno de Barcelona y Madrid, del aumento de los costes de construcción, y la escasez de mano de obra, la inmologística no pisa el freno.
El fuerte impulso del comercio electrónico sigue empujando las estadísticas al alza. Según la consultora inmobiliaria Savills Aguirre Newman, durante el año 2021 la inversión inmobiliaria en el sector industrial-logístico alcanzó los 62.000 millones de euros, una cifra que representa un incremento del 79% respecto a la media de los últimos cinco años.
La gestión de la última milla demanda centros de distribución urbanos que garanticen las entregas en cortos plazos de tiempo. Gracias a este crecimiento, el mercado está viviendo una época dorada y se estima que en el 2022 se vuelvan a batir récords. Según la consultora Deloitte, la demanda de almacenes seguirá creciendo en cerca de 80 millones de metros cuadrados para 2023.
Sin embargo, la inmologística también afronta retos, como la escasez de suelo industrial en las principales ciudades españolas, y los principales operadores reclaman mayor agilidad a la hora de tramitar permisos, apostando por reconvertir los suelos industriales.
Tampoco podemos olvidar otros retos en común con el resto de la industria, como son la sostenibilidad y la automatización de los procesos ante los que, desde CEL, tenemos la voluntad de acompañar y ayudar a cada uno de los integrantes del sector y la actividad logística en España.
Ana González
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