Transitarios, operadores de urgente, cargadores y transportistas internacionales unidos contra la nueva directiva de Euroviñeta.
La Unión de Transporte Internacional por Carretera (IRU) pronostica un estancamiento del transporte por carretera y de las matriculaciones en el primer trimestre de 2009 y con respecto al mismo periodo del año anterior. En España sólo se obtendrían crecimientos marginales e incluso un descenso de las matriculaciones
La Unión de Transporte Internacional por Carretera (IRU) ha publicado recientemente sus pronósticos para la actividad del transporte en el primer trimestre de 2009. La asociación utiliza como principales indicadores comparativos el producto interior bruto de cada país, el volumen transportado y la matriculación de nuevos vehículos. La IRU predice un estancamiento del volumen transportado y de la matriculación de nuevos vehículos. Los países de Europa occidental de la OCDE transportarían 3.273 millones de toneladas por carretera en el primer trimestre de 2009, y se matricularían 91.581 vehículos.
En España, la previsión de la IRU es que el sector transporte 226 millones de toneladas (nacional e internacional), y que se registren 10.487 vehículos (de 3,5 toneladas en adelante). Para el primer trimestre de 2010 sólo se aprecian crecimientos marginales con 228,2 millones de toneladas de volumen transportado y un ínfimo descenso de las matriculaciones (10.404). Los resultados del primer trimestre de 2008 en España fueron de 223,2 millones de toneladas transportadas, y 10.415 matriculaciones. Por otro lado, la IRU, la asociación europea de transitarios (Clecat), la asociación europea de operadores de transporte urgente (EEA) y el consejo europeo de cargadores (ESC) han emitido un comunicado conjunto en el que dudan de la eficacia de la Euroviñeta III.
La Euroviñeta es una tasa que se aplica a los vehículos pesados por el uso de ciertas infraestructuras. Su objetivo es la reducción de los costes externos del transporte. Según las asociaciones, la propuesta se basa en la idea incorrecta de que un simple incremento de los costes del transporte por carretera modificará las rutas del transporte y conllevará a un sistema más sostenible, sin tener en cuenta que las rutas se definen en base a la demanda de los clientes. La única consecuencia es que el transporte será más caro, y que las empresas incapaces de absorber el coste, en especial las pymes, desaparecerán.
Al obligar a los vehículos comerciales a pagar por el coste de la congestión, la directiva es ineficiente y discriminatoria pues es el transporte de pasajeros el principal responsable de la congestión. Asimismo, al erosionar la capacidad financiera de las empresas se impide que estas puedan invertir en motores, sistemas y formación para disminuir la contaminación. La directiva tampoco contempla la implantación de un sistema electrónico interoperativo para la recaudación de las tasas, lo que pone en peligro la libre circulación de mercancías. Por todo ello, la Euroviñeta III no conseguirá que se alcancen los objetivos de sostenibilidad del transporte en Europa.