Isuzu, el fabricante japonés de camiones, registró unas pérdidas netas de 28.700 millones de yenes (unos 210 millones de euros) en su primer semestre fiscal, que concluyó el pasado 30 de septiembre.
En el mismo período del año 2008, Isuzu había conseguido unos beneficios de 30.100 millones de yenes. El volumen de negocios descendió a 442.800 millones de yenes, un 48,5 por ciento menos que en el primer semestre del pasado ejercicio. Isuzu entregó 109.665 vehículos entre los meses de abril y septiembre del año 2009, menos de la mitad que en el mismo período del ejercicio anterior.