El Instituto Tecnológico del Embalaje, Transporte y Logística (Itene) trabaja junto a una decena de partners de ocho países europeos en un proyecto para, a partir de la utilización de materias primas como el maíz y el almidón, obtener una nueva espuma biodegradable que se utilizará como material de amortiguamiento para embalajes de transporte.
Este embalaje podrá ser utilizado en diferentes sectores, especialmente como material de amortiguamiento en el transporte de electrodomésticos, para protección de ordenadores, equipos electrónicos o maquinaria pesada.
En la Unión Europea se producen cada año en torno a 12 millones de toneladas de material de protección para embalaje. El proyecto de investigación se puso en marcha el año pasado y en la actualidad ya se ha conseguido un material de base inicial que se está probando en el laboratorio.