Transportes J. Carbó, empresa especializada en el transporte de alimentación congelada y refrigerada, ha frenado sine die su plan de expansión en el mercado nacional, que pasaba por abrir instalaciones logísticas asociadas a este tipo de producto en Valencia, Bilbao y Sevilla. La empresa de la familia Collbatallé puso en marcha, a través de la sociedad Frigoríficos Collbatallé, su segunda plataforma propia en el polígono de la Zona Franca de Barcelona el pasado verano, que se sumó a las instalaciones que tiene desde 2009 en Madrid (Frigoríficos Collbatallé Madrid) para cubrir la zona centro de España.
El siguiente paso era abrir en Valencia con el mismo modus operandi que utilizaron en Madrid y Barcelona: crear una empresa ex profeso para desarrollar el proyecto con inversores minoritarios ajenos al sector. “Nuestro objetivo es retomar el plan de expansión, pero no lo tenemos previsto a corto plazo, al menos, que nos salga una clara oportunidad”, señaló Diego Leal, director general de Frigoríficos Collbatallé. La actual situación del mercado no es la más propicia para abrir nuevas plataformas logísticas. “No se trabaja prácticamente con stocks, y eso nos perjudica”.
Las nuevas instalaciones de la Zona Franca, con capacidad para 10.000 pallets y 4.000 metros cuadrados de aparcamiento para camiones, tienen una ocupación de aproximadamente el 60 por ciento. Prestan servicio exclusivamente a la propia compañía, es decir, a los clientes de Transportes J. Carbó. “Estamos trabajando para conseguir terceros clientes e incrementar la ocupación”, añadió Leal. Transportes J. Carbó, con sede social en Barcelona, lleva más de 30 años en el mercado. Tuvo un volumen de negocio de 13,70 millones de euros en 2009, según el Registro Mercantil. Cuenta con una plantilla de 95 trabajadores.