La ampliación de bodega se produce en un contexto de fletes bajos, atonía en el consumo insular y sin alianzas entre navieras.
JSV Logistic ha ampliado un 25 por ciento su oferta de bodega entre Alicante y Canarias con la incorporación de un buque de 612 TEUs que sustituye a otro de 400. El incremento de la oferta en el Mediterráneo se produce en un escenario de fletes muy bajos, sin alianzas entre navieras y con un consumo muy débil en las islas
JSV Logistic, a través de la sociedad armadora Naviera Tamarán, ha fletado el buque “Annabela”, con capacidad para transportar 612 TEUs (14 toneladas de carga de media por unidad), en sustitución del “Katharina Sibum”, de 400 TEUs, para su servicio entre el puerto de Alicante y Canarias. La sustitución del “Katharina Sibum” por el “Annabella”, un portacontenedores con bandera inglesa de 2006, propiedad de un armador con sede en Hamburgo y con una velocidad de 18 nudos, supone que JSV Logistic aumenta su capacidad un 25 por ciento entre el puerto de Alicante, desde donde zarpa todos los viernes, La Luz y Santa Cruz de Tenerife, donde escala los lunes y martes, respectivamente.
En este mismo servicio, JSV Logistic también opera cada nueve días con el buque “Libertas H”, de 450 TEUs de capacidad, que además toca el puerto de Tarragona y el de Arrecife. “Posiblemente, al ser el “Annabela” un barco de mayor capacidad que el anterior, tocaremos algún otro puerto en el Mediterráneo, que puede ser Valencia o Sagunto, o en el norte de Africa, que puede ser Casablanca o Agadir, alguna dársena que está en el camino y que no suponga extracoste más allá de la cuenta de escala, aunque todavía no hay nada decidido.
Tampoco descartamos cambiar la ubicación de los dos barcos, es decir, que el ‘Annabela’ vaya a la línea de Tarragona y el ‘Libertas H’ a la línea directa desde Alicante con Canarias”, explican responsables de JSV. La ampliación de la oferta por parte de JSV, propiedad de Antonio Herzog, se produce en un contexto en el que los fletes, con carácter general, “han vuelto a estar por los suelos, con gruesos incrementos en el precio del combustible que el armador no está trasladando al cliente (la tonelada de IFO 380 está a 475 euros) y “el consumo en Canarias está bajo mínimos, estas semanas está siendo inferior al del año anterior, todo ello a pesar del turismo”, según expertos en tráficos de cabotaje.
A más a más, las alianzas entre armadores escasean. En el Mediterráneo, además de JSV, operan Boluda (con slots para OPDR), que se ha retirado de Alicante y está procediendo a reestructurar plantilla y flota, Arkas, WEC y Nisa, con dos barcos cada uno.