Mirar sin ver  | 

‘Just in time’, ‘Just in…’

Si en algo somos profesionales es en saber lo que tenemos que hacer cuando no tenemos ni la más mínima idea

Por esa maldita adoración que le tenemos a todo lo anglosajón, voy a repetir el enunciado en su poco culto lenguaje, es decir: “Just in time, Just in case or Just don´t know”. Si en algo somos profesionales todos los que formamos parte de la cadena de suministro, es en saber lo que tenemos que hacer cuando no tenemos ni la más mínima idea de lo que tenemos que hacer. En 2008, a pesar de la negación de los que nos administraban, y de la mano del ente de los mandamases de un universo que gobernaban herederos, negros y naranjas, comenzaba el caos. Apenas comenzamos a salir, aunque en casa con algo de retraso, y comienza a aparecer la bonanza temporal, habida cuenta que la felicidad es el periodo que transcurre entre desgracia y desgracia, allá por el otoño de 2019 nos llega un “Batman enano” que en la primavera de 2020 nos encierra en casa, a todo el mundo, para alegría y jolgorio de los vendedores de las redes, no sin que antes, en la primavera de 2018, se nos calienta un buque con nombre de festival hindú, como preámbulo a lo que estaba por venir.

Fácil recordar el barco encallado en el barro, el problema de los canales, los males rojos, la soberbia del jinete de osos, sospechosamente asesorado por los intereses amarillos y los de cara de porcelana. Finalizando con que alguien convence a algunos para el juego de los barcos, aunque solo tocado, nunca hundido. En síntesis, es que los que compran, comenzaron por comprar lo justo para no financiar stock, siguieron por comprar para tener siempre, lo que conllevaba financiar y almacenar, ergo buscar a la banca y los tenedores de metros cúbicos, lo que le costó la vida profesional a algunos. Y llegamos ahora a no saber por qué compran, contando con que el precio del transporte marítimo sigue en alza, a pesar de la relajación del consumo y cuya explicación no es otra que los grandes lo quieren así para “cercenar” el futuro de los medianos y pequeños, añadiendo que, en cualquier caso, y como decía mi abuela: “No se si buscar criada o ponerme a servir”. “Estoy dudando en tirarme al tren o al maquinista” (Mi otra abuela).

Miguel Rocher

mrocher@operinter.com