La mayor parte del ‘Top 25’ redujo en doble dígito sus tráficos en 2023, según la consultora Armstrong & Associates, en un contexto en el que siguen los grandes movimientos corporativos.
Kuehne+Nagel (K+N) conserva la primera posición como transitario aéreo del mundo en 2023, obtenida dos años antes, y por delante de DHL Global Forwarding, DSV y DB Schenker, según revelan los últimos datos de la consultora Armstrong and Associates.
Estos cuatro operadores, los únicos que movieron más de un millón de toneladas de carga aérea, sufrieron disminuciones de doble dígito el pasado año.
Una evolución en negativo que también se extendió a cerca de una veintena de transitarios del ‘Top 25’, debido a un contexto marcado por las cambiantes demandas de los consumidores, las nuevas regulaciones y las tensiones geopolíticas.
El chino Sinotrans escaló a la quinta posición del ‘Top 25’ tras crecer un 15,5 por ciento y situar su carga aérea por encima de las 900.000 toneladas.
También del gigante asiático, AWOT subió a la novena posición al mover 590.000 toneladas, con un aumento interanual del 19,2 por ciento.
Además, lograron crecimientos Geodis y Maersk, para gestionar unos volúmenes que rondan las 300.000 toneladas en ambos casos.
El grupo naviero danés protagonizó el mayor alza, tras las adquisiciones realizadas en 2022 de Senator International y de Pilot Freight Services, y que posibilitaron un 39,5 por ciento más en sus flujos por avión.
Los procesos de integraciones en el sector transitario siguen. Así, K+N completó el pasado noviembre la adquisición de la sudafricana Morgan Cargo.
Sin embargo, el principal movimiento está pendiente con la puesta en venta, iniciada en diciembre, por parte de Deutsche Bahn (DB) de su filial DB Schenker. Una operación a la que opta DSV y en la que también mostraron su interés Maersk y MSC, pero que en los últimos meses fue descartada por ambas navieras.
Por el contrario, CMA CGM, que en 2023 gestionó unas 450.000 toneladas por avión a través de Ceva Logistics, ha culminado este año la compra de Bolloré Logistics, con un precio de 4.850 millones de euros. Esta adquisición posibilitará al armador galo escalar al ‘Top 10’ de los transitarios de carga aérea al añadir un flujo de 350.000 toneladas.