La guerra de precios se recrudece en el sector y asesta un duro golpe al gigante suizo, cuyo resultado bruto de explotación se redujo un 22,5% en el primer semestre del año.
Kuehne + Nagel nos tenía acostumbrados a presentar cifras de crecimiento y sobre todo márgenes operativos muy por encima de la media del sector, aún a pesar del lastre del cambio del franco suizo al dólar. En el primer semestre, sin embargo, la situación ha cambiado, aunque la empresa afirma que sigue por encima de la media
El crecimiento del operador logístico suizo Kuehne + Nagel ha entrado en una fase de ralentización, tal y como lo confirman los datos del primer semestre. Si la empresa propiedad de Klaus-Michael Kuehne se caracterizó en 2011 por una fuerte ganancia de partes de mercado y una rentabilidad muy por encima de la media del mercado de los transitarios internacionales, ahora, hasta sus márgenes de operación sufren los efectos de una situación económica complicada. Las cifras del primer semestre revelan un crecimiento de la cifra de facturación del 2,8 por ciento.
En realidad, los datos del segundo trimestre muestran un incremento de los ingresos del 5,8 por ciento, pero K+N sigue sufriendo los efectos negativos del tipo de cambio del franco suizo frente al dólar y el euro, y de ahí que la cifra corregida sólo alcance un crecimiento del 2,8 por ciento. Y eso que el operador suizo sigue recibiendo el impulso de las adquisiciones realizadas el año pasado. El beneficio bruto registra una evolución similar, con una progresión semestral del 2,6 por ciento, y de nuevo acusando el impacto negativo del tipo de cambio.
Pero es en lo márgenes en donde la situación se deteriora más. El resultado bruto de explotación o Ebitda de la compañía sufre una caída del 22,5 por ciento y el beneficio neto de explotación o Ebit retrocede un 28,8 por ciento. Aunque aquí ya no juega tanto el tipo de cambio, el caso es que la empresa ha acusado un entorno competitivo muy fuerte, con menos actividad contractual y más servicios individuales. En la unidad de negocio principal, el tránsito marítimo en contenedor, la empresa sigue defendiendo crecimientos de partes de mercado.
Mientras el volumen transportado en el mercado global del contenedor experimentó un crecimiento de entre el 3 y el 4 por ciento, K+N señala una progresión del 8 por ciento. Pero el beneficio bruto de la unidad solo aumentó un 2,8 por ciento. K+N afirma que la razón se encuentra en un menor crecimiento de la demanda y un alza de las tarifas de las navieras, aunque apunta que la presión sobre los beneficios operativos fue menor en el segundo trimestre que en el primero. También la carga aérea vivió un periodo muy complicado, con un incremento del 1 por ciento en los ingresos y en un mercado que se dice cayó entre un 3 y un 4 por ciento.
El Ebitda se deja un 10,9 por ciento, aún sin tener en cuenta los tipos de cambio. Y el Ebit se derrumba de 100,7 millones de euros en 2010 a 33,3 millones en los primeros seis meses de 2012. Aquí hay que señalar que esto se debe en gran parte a la multa impuesta por las autoridades de defensa de la competencia. Parece ser que solo la unidad de transporte por carretera y ferroviario muestra algo de optimismo, con un crecimiento del 4,4 por ciento en la facturación del periodo señalado (sin ajustes de divisas), y un aumento del 7,4 por ciento en el Ebitda. Esto se tradujo en un tímido beneficio en términos de Ebit, y aún con un margen operativo escuálido del uno por ciento. Aquí también, la suiza afirma que el mercado sólo creció un 3 por ciento con respecto al mismo semestre del año pasado.
EN EL ‘BUEN CAMINO’
El desempeño del negocio de logística de contrato fue muy débil con un crecimiento antes de ajustes de tipos de cambio del 4,4 por ciento, pero con una caída del Ebitda del 15,3 por ciento. Asimismo, el Ebit cayó en más de un 33 por ciento. De nuevo, K+N adjudica estas caídas a una guerra de precios y a la finalización de contratos. A pesar de que K+N se apoya en los datos del segundo trimestre del año, que son mejores que los del primero, para señalar que está “de vuelta en el buen camino”, lo cierto es que la situación general para los transitarios y los operadores logísticos es hoy muy complicada.