El directivo cree que la época de las grandes alianzas en el sector está próxima a su fin.
El empresario Klaus-Michael Kuehne, principal accionista del armador alemán Hapag Lloyd, pretende sumar al grupo asiático NOL a sus planes de fusión con Hamburg Süd, también germana, para crear un gigante naviero. Al mismo tiempo, cree que la época de las grandes alianzas en el transporte marítimo está próximo a su fin
El principal accionista de la naviera alemana Hapag Lloyd, el empresario Klaus-Michael Kuehne, presidente del operador logístico suizo K+N, espera sumar el grupo asiático NOL a sus planes de unión con la también germana Hamburg Süd, para crear un nuevo gigante en el sector. Además, cree que el período de las grandes alianzas en el transporte marítimo está próximo a su fin. Así lo puso de manifiesto el directivo, titular del 28 por ciento de las acciones de Hapag Lloyd, en una entrevista al periódico germano Die Welt.
El principal tema de conversación de Kuehne giró en torno a la futura relación de Hapag Lloyd con su homóloga Hamburg Süd, cuya fusión alumbrará a la cuarta naviera del mundo, con unas ventas consolidadas de 10.000 millones anuales y una capacidad de transporte de 1,05 millones de TEUs. Según el directivo, la planificación para la fusión entre las dos compañías alemanas comenzó en noviembre del año pasado.
Su visión es una fusión entre iguales de los dueños de la naviera Hapag Lloyd y la familia Oetker, propietaria de Hamburg Süd. En esta operación la familia Oetker tendría entre un 40 y un 50 por ciento de la nueva sociedad. Kuehne también visualiza un oferta pública inicial de la nueva compañía resultante, con un horizonte de vigencia de entre dos y tres años. Por entonces, el empresario apuntó que esperaba que el mercado de las navieras especializadas en el transporte de contenedores empezaría a recuperar su situación de tensión en la demanda.
La necesidad de esta unión se fundamenta en las “brutales” condiciones a las que se ven sometidas las grandes navieras, impulsada por una “actitud muy feroz” por parte de los armadores públicos chinos, pero también de la irrupción de las grandes líneas navieras. Kuehne añadió, en este sentido, que sería su “sueño” contar con una línea a Extremo Oriente , especialmente en colaboración con la naviera Neptune Orient Lines (NOL), con sede en Singapur, algo que ve como “muy adecuado”.
Al mismo tiempo, el empresario alemán habló, aunque de forma más breve, acerca de sus preocupaciones en relación con el operador logístico K+N, afirmando que la reciente racionalización de su estructura responde a un recorte de costes. Igualmente, planteó que el transporte por carretera era su “talón de Aquiles” y avanzó que la empresa estaba buscando contratos logísticos en Extremo Oriente.
Por último, cuando se le preguntó acerca de la resolución de las autoridades europeas de competencia en relación con la operación fallida de la compra de TNT Express por parte del gigante estadounidense UPS, Kuehne se limitó a responder que al estar los márgenes muy presionados el “apetito por las adquisiciones está desapareciendo”.