El armador germano Scandlines prepara una solicitud de ayuda financiera al Estado alemán para evitar tener que realizar despidos. La compañía anunció recientemente que tendría que reducir su plantilla en 400 puestos de trabajo para sobrevivir a la crisis, a lo que varios políticos reaccionaron pidiendo al Gobierno de Merkel que ayudara a la empresa.
El préstamo público se realizaría a través de un banco intermediario. La compañía se especializa en los tráficos ferries ro-ro en Alemania, Dinamarca, Suecia y el Báltico, y cada año mueve cerca de un millón de camiones.