La operación, valorada en 6.400 millones, persigue potenciar su división de industriales.
La consolidación de las actividades de la sueca Scania y de las germanas MAN y Volkswagen (VW) Vehículos Comerciales se hallaba estancada desde hace tiempo, pese a las declaraciones de las partes implicadas en el sentido de que se iban logrando avances que iban a permitir ahorrar este año unos 200 millones, principalmente por sinergias en los departamentos de compras.
“Es incomprensible que no hayan sido capaces de avanzar en la cooperación con Scania pese a lo que llevan gastado en el ámbito de los vehículos industriales. Ha sido un error atar a Scania con una cuerda tan larga”, manifestaba a Bloomberg Jürgen Pïper, un analista que trabaja para Bankhaus Metzler en Francfort. Quizá desesperado por la parsimonia con que se iba avanzando en la citada consolidación y por los críticas al respecto, Ferdinand Piëch, el hombre fuerte de VW, tuvo una de esas reacciones supuestamente viscerales que le caracterizan.
Al tiempo que se aseguraba los servicios, a partir de febrero de 2015, de Andreas Renschler -que presentó repentinamente su dimisión como responsable del área de producción de Daimler- para dirigir y acabar de una vez la consolidación dichosa, lanzaba una OPA para adquirir el 37,4 por ciento de Scania que aún no controla, pagando 6.400 millones de euros por ello. Las solicitudes de aceptación de esta OPA podrán presentarse entre el día 17 de marzo y el 25 de abril próximos.
Inicialmente, la OPA no ha sido bien recibida en Suecia, ni por las autoridades municipales del área de Södertälje, ciudad en que Scania tiene su sede central, muy preocupadas por la continuidad de los camiones suecos y de los 9.000 empleos que viven de ellos, ni por algunos grupos de accionistas, especialmente los accionistas más minoritarios, que creen que el precio no es suficiente y que no compensa los pingües beneficios que casi siempre han obtenido de Scania.
Además, la promesa de que con la consolidación se conseguiría un ahorro anual de entre 650 y 850 millones no ha cegado a los interesados que se han leído la apostilla a esa afirmación: “…en el plazo de 10 ó 15 años”. Pero pasado el primer golpe, algunos inversores han empezado a ver las cosas de otro modo y, aún admitiendo que el precio ofrecido por VW puede ser algo bajo si se contempla con una perspectiva a corto plazo, no lo es tanto si se analiza desde el largo plazo.