Los accionistas minoritarios que no vendan podrían complicar la fusión de Scania y MAN.
Volkswagen emplaza a los accionistas minoritarios de MAN a venderle sus acciones al precio de 80,89 euros por acción, un precio que se considera un 5 por ciento por debajo del de mercado, o, si lo prefieren, a recibir un dividendo anual garantizado de 3,07 euros por acción. Georg Pachta-Reyhofen, presidente ejecutivo de MAN, cogido entre la espada y la pared, reconocía durante la celebración de la junta general de accionistas que es un precio un poco bajo, pero admitía que, dada la actual coyuntura, no estaba tan mal.
En efecto, Pachta-Reyhofen había anunciado pocos días antes que la última previsión sobre el rédito de las ventas de MAN señalaba una fuerte caída en el conjunto del ejercicio y que unas cargas superiores a las previstas a consecuencia de un acuerdo de la división de plantas de energía del grupo y el descenso de la actividad posventa de MAN Diesel Turbo, iban a perjudicar a los resultados financieros del grupo en el segundo trimestre.
Estos comentarios de Pachta-Reyhofen han sido interpretados por algunos analistas como una forma de mantener baja la cotización de las acciones de MAN para favorecer que los accidinistas minoritarios de esta última acepten la oferta de Volkswagen. Otros expertos creen que se ha detectado un cierto movimiento extra de las acciones del grupo que podría deberse a que algunos accionistas trataban de elevar la cotización en bolsa de sus acciones, al objeto de justificar una mayor compensación por parte de Volkswagen.
Por su parte, Piëch había dicho poco antes de reunirse con los accionistas de MAN que esperaba que los minoritarios demorarían la toma de control absoluta de ésta por Volkswagen interponiendo denuncias ante los tribunales para intentar conseguir unas contraprestaciones más jugosas. Piëch está acostumbrado a estos rifirrafes legales. De hecho, todavía sigue coleando en los tribunales alemanes el asunto de la frustrada compra de Volkswagen por Porsche en 2009.
Desde la entrada en 2006 de Volkswagen en MAN para evitar una OPA que ésta última había realizado sobre Scania, muchos accionistas de MAN se han quejado del estilo de gestión de Piëch, al que acusan de haberse cargado la cúpula directiva del grupo, una de cuyas últimas bajas podría haber sido su director financiero, Frank Lutz. Para conseguir su propósito de crear el mayor fabricante europeo de vehículos industriales, Volkswagen debería asimismo hacerse con la totalidad de las acciones de la sueca Scania, pero fuentes próximas a ambas firmas han manifestado que Piëch no tiene previsto gastarse un euro en conseguirlo, por considerar quizá que lo de Scania lo tiene totalmente controlado.