En los últimos años, tras la absorción de los estadounidenses por sus rivales europeos, ha crecido el número de fabricantes de camiones que construye sus propios motores.
Tom Linebarger, que será presidente del fabricante de motores diesel Cummins, está convencido de que la estadounidense tiene futuro como proveedor externo de motores, pese a que en los últimos años se ha producido una absorción de las compañías que se dedicaban a esta negocio por parte de los fabricantes de camiones
Tom Linebarger, que a partir de enero próximo reemplazará a Tim Solso como presidente ejecutivo de Cummins, el fabricante estadounidense de motores Diesel, está convencido de que su compañía tiene futuro como proveedor externo de motores para camiones, pese a que en los últimos años se ha producido una absorción de las compañías que se dedicaban a esta actividad por parte de los propios fabricantes de camiones. El planteamiento vertical de los constructores europeos de vehículos industriales siempre hizo que éstos fabricaran sus propios motores.
Sin embargo, en Norteamérica, era el aprovisionamiento externo el que primaba en un mercado en que los fabricantes de vehículos habían optado tradicionalmente por la filosofía de montaje tipo “meccano”. La absorción de la gran mayoría de los fabricantes norteamericanos por sus rivales europeos contribuyó a que ese planteamiento montador de los norteamericanos basculase progresivamente hacia la verticalización que preferían los europeos. De este modo, fabricantes de motores tan afamados como Detroit Diesel o Caterpillar terminaron por pasar a manos de Daimler en el primer caso, o de ceder sus intereses en el campo del transporte por carretera a otras compañías, como es el caso de la segunda, que creó una sociedad conjunta a tal efecto con Navistar International, compañía ésta que, junto con Paccar, son los dos únicos fabricantes norteamericanos de camiones no controlados por sus rivales europeos.
Paccar se sale de la regla general, ya que la americana adquirió la holandesa DAF Trucks, aunque al final la primera haya optado por la verticalización, abandonando el montaje de motores fabricados por otros y decidiendo construir los suyos propios para todas las marcas del grupo: Kenworth, Peterbilt y la ya meniconada DAF. No obstante, en la actualidad todos los fabricantes norteamericanos, excluyendo Navistar, que fabrica sus propios motores con la marca International, siguen ofreciendo la propulsión Cummins como una alternativa, aunque tratan de incentivar sus motores propios mediante contratos de mantenimiento y otros recursos.
Linebarger, que a partir de enero próximo reemplazará a Tim Solso como presidente ejecutivo de Cummins, juega por ahora con la ventaja de saber que si, por ejemplo, Freightliner -la división norteamericana de Daimler Trucksdejase de ofrecer a sus clientes de tractoras el motor Cummins ISX, estaría corriendo un grave riesgo de que éstos se marchasen a comprar camiones de otras marcas que continúan ofreciendo esa motorización Cummins.
Pero los constructores de motores propios siempre tienen presente que en el caso de que la demanda de vehículos nuevos se venga abajo, el negocio de la posventa de sus clientes partidarios de la motorización Cummins, irá a parar a esta compañía y no a ellos, por lo que continuarán presionando para que sus clientes prueben los motores que construye el propio fabricante del camión.
El grupo sueco Volvo, que construye en Europa los motores de su gama pesada, va a dar un paso más en la verticalización de su producto. Muy poca gente conoce que los motores de 6 cilindros y 7,2 litros de cilindrada que impulsan a los Volvo FE y FL y a los Midlum más pesados de Renault Trucks -fabricante también integrado en el grupo sueco- así como el 4 cilindros de 4,8 litros que propulsa a los Midlum más ligeros, se fabrican en Alemania por Deutz. Pues bien, todos esos motores germánicos serán sustituidos a partir del año próximo por los motores GH5 y GH7 de 4 y 6 cilindros, respectivamente, con 1,17 litros por cilindro que fabrica la japonesa UD Trucks, la antigua Nissan Diesel, también integrada en Volvo.