La terminal de Capsa ganará una superficie de 57.000 m2 a partir del mes de octubre.
La ampliación del puerto de Santa Cruz, cuya primera fase finalizará el próximo mes de octubre, deberá venir a reactivar el negocio del contenedor en Tenerife, que hasta el pasado mes de mayo acumulaba una caída de 33.000 TEUs. La terminal de Capsa ganará 57.000 m2 de nueva superficie y una línea de atraque de 320metros
Las obras de ampliación del puerto de Santa Cruz de Tenerife deberán venir a reactivar el negocio del contenedor en Tenerife, a juicio de los responsables portuarios que se han marcado como objetivo duplicar la capacidad de la dársena canaria, pasando del límite actual de 480.000 TEUs a un máximo de 880.000 TEUs en los próximos años. El puerto de Santa Cruz vive un momento complicado en el negocio de contenedor, enturbiado por la crisis económica, ya que el dato acumulado del tráfico de contenedores hasta el pasado mes de mayo ofrecía una importante caída comercial del 15,86 por ciento, con un descenso de 33.203 TEUs (ver cuadro superior).
Dentro del tráfico de contenedores, la mayor caída se sufría en los volúmenes de imporexport, con 26.479 TEUs menos, mientras que el transbordo disminuye en un 60 por ciento, con una bajada de 6.724 TEUs hasta mayo. A la escasez de espacio y la competencia de La Luz, Santa Cruz sufre el hándicap de no poder operar en la actualidad buques de 16 metros de calado, ya que las dos terminales de contenedores de la isla, Capsa y Contenemar, sólo pueden albergar en sus respectivas líneas de atraque a portacontenedores con un máximo de entre 10 y 14 metros de calado, lo que ha impedido hasta el momento el atraque de buques con capacidades de 6.000 TEUs.
Una situación que se soluciona con el proyecto de la nueva terminal de contenedores del dique del Este, que permitirá la llegada de buques de hasta 16 metros de calado, con el transbordo como principal apuesta de la Autoridad Portuaria, que preside Pedro Rodríguez. El proyecto consta de dos fases. La primera permitirá ganar a la concesionaria de la terminal pública, la empresa Capsa del Grupo TCB, una superficie de 57.582 metros cuadrados y una línea de atraque de 320 metros. Las obras, que están previstas concluirse el próximo mes de octubre, han tenido un coste de 14,1 millones de euros y han contado con financiación europea mediante fondos Feder en un 50 por ciento. La segunda fase supondrá el adelantamiento de la terminal de Capsa con la generación de una nueva superficie de 66.663 metros cuadrados delante del actual muelle de 414 metros lineales.
Con las nuevas superficies y la unión de los dos muelles, las actuales terminales del Bufadero y del dique del este, la nueva terminal pasará a tener una línea de atraque conjunta de 1.236 metros lineales y una superficie total de 294.745 metros cuadrados, ya que las obras aportarán una nueva superficie en las dos fases de 124.245 metros cuadrados, que se unirán a los actuales 170.500 metros cuadrados con que cuenta la terminal. Las obras de la segunda fase aún no tienen un calendario fijado por el puerto, aunque su construcción se estima se pueda iniciar antes de finalizar 2008.