Expertos aseguran que si Acciona abandona la concesión, Francia y España tendrían que convocar otro concurso porque “no existe posibilidad jurídica para la subrogación”.
“Es absolutamente imposible que la autopista marítima adjudicada a Trasmediterránea pueda ser traspasada o cedida a Luis de la Peña. Si Trasmediterránea decide no explotar la autopista, Francia y España tendrían que volver a sacar un nuevo concurso público”, aseguran fuentes solventes consultadas por TRANSPORTE XXI
Estos testimonios responden a los interrogantes abiertos sobre el futuro de la autopista del mar entre los puertos de Vigo, Saint Nazaire, Le Havre y Algeciras, adjudicada en concurso público por los Gobiernos español y francés a un consorcio liderado por Trasmediterránea. Tal como adelantó TRANSPORTE XXI, la polémica sobre la viabilidad de la autopista del mar parte de la decisión de Trasmediterránea de no presentarse, de manera directa, al concurso de PSA (Peugeot Citroën) para seguir haciendo el tráfico de coches y semirremolques de la francesa entre los puertos de Vigo y Saint Nazaire, que viene realizando desde hace seis años y abandonará el próximo 31 de diciembre.
Trasmediterránea siempre presentó el tráfico de PSA como un pie de carga fundamental para poner en marcha la citada autopista. El nuevo contrato de PSA, por un período de tres años, ha sido adjudicado a Compañía Marítima Hispano Francesa, propiedad de Luis de la Peña, el que fuera consejero delegado de Flota Suardiaz durante 26 años, hasta su salida en 2002. Estos antecedentes son necesarios para comprender las incertidumbres que se ciernen sobre la viabilidad de la autopista entre España y Francia, que cuenta con una ayuda pública de 30 millones, aportada a partes iguales por cada país. Trasmediterránea dice que mantiene su interés por explotar la línea “siempre que sea viable económicamente”, según su presidente Jorge Vega-Penichet, lo que parece muy difícil sin el tráfico de la francesa.
Por su parte, Luis de la Peña, que está jugando la baza del contrato de PSA, reclama el traspaso de la concesión pública, cuyo titular es la sociedad Autopista del Mar Atlántica, liderada por Trasmediterránea y en la que tienen una participación los puertos de Vigo, Algeciras, Saint Nazaire y Le Havre, a la sazón la destinataria de la subvención de 30 millones. “A Trasmediterránea no le van a dar las ayudas ya que ni se ha presentado al concurso de PSA. Llegaremos a un acuerdo (con Trasmediterránea) para el traspaso del contrato y nosotros solicitaremos las ayudas”, aseguró de la Peña.
Puertos del Estado tampoco ha arrojado mucha luz sobre el asunto: “Si Trasmediterránea no explota directamente la autopista, existen otros mecanismos como la subrogación del servicio a una o varias navieras o que se establezca una alianza entre ellas”, señaló González Laxe, presidente de la entidad. La subrogación que plantean Laxe y de la Peña no parece posible. Y es que fuentes próximas a los redactores de Puertos de Estado que pusieron negro sobre blanco las bases del concurso público y el posterior convenio firmado entre Trasmediterránea y los Gobiernos español y francés así lo expresan: “No hay ninguna posibilidad, ni jurídica ni técnica, de que Luis de la Peña pueda subrogarse la autopista del mar adjudicada a Trasmediterránea”.
El concurso, fruto de un acuerdo internacional entre España y Francia del 3 de julio de 2006, fue publicado en el BOE del 17 de abril de 2007. El pasado 28 de abril, tres meses después de que la Comisión Intergubernamental seleccionará la oferta de Trasmediterránea, ambos Estados firmaron el convenio de explotación con Trasmediterránea. La firma se celebró en la cumbre bilateral que contó con los presidentes Zapatero y Sarkozy. Aún quedan dos trámites importantes para la puesta en marcha de la autopista del mar. Primero, Bruselas tiene que dar la luz verde a las ayudas públicas de España y Francia a la autopistas del mar.
Cuando haya autorización de Bruselas, los parlamentos de ambos países tienen que ratificar el acuerdo de sus respectivos Gobiernos. Será a partir de este momento cuando empiece la cuenta atrás para la puesta en marcha del enlace en el Atlántico. Los expertos aseguran que “si Trasmediterránea decide no explotar la autopista o no llega a un acuerdo con de la Peña que pase inexorablemente por mantener la titularidad sobre la concesión, Francia y España tendrían que volver a sacar un nuevo concurso público”.
A Trasmediterránea no le funcionó el ‘plan B’ para la autopista del mar
“Trasmediterránea no puede perder más dinero”, reza la orden de los Entrecanales tras desemboilsar 110 millones para sufragar los números rojos. Y la naviera ha seguido este mandato. No se ha presentado al concurso de Gefco, filial de transporte de PSA, porque “bajó el precio un 20%”. Sin embargo, aún sin ir al tender, tenía un ‘plan b’ consensuado con PSA para añadir este tráfico a su autopista.
Se alió con Flota Suardíaz, que se presentó al concurso. PSA, por su parte, sacó en un mismo paquete los tráficos Vigo-Saint Nazaire (50.000 coches y 20.000 camiones anuales) y Vigo- Le Havre (25.000 coches), este último realizado por UECC. Todo marchaba bien. Suardíaz se iba a quedar con ambos tráficos, así se lo llegó a comunicar PSA, que luego sumaría a la autopista de Trasmediterránea, proyectada sobre estos tres puertos y el de Algeciras, según fuentes solventes.
Pero PSA reculó. Dividió el concurso en dos y adjudicó el primer tráfico a De la Peña y el segundo a UECC. Así, De la Peña, que fletará un barco a UECC, se queda con un contrato de 16 millones anuales para 2010-12, lejos de los 48 millones que se llevó Trasmediterránea en 2003 (100.000 coches y 12.000 camiones ) y de los 30 de 2006.
Y es que PSAVigo cerrará 2009 con 378.000 coches (500.000 en 2008 y 540.00 en 2007). Sin PSA, la autopista de Acciona, con un compromiso de mover más de 100.000 camiones/año (6 coches equivalen a un trailer) a partir del tercero de explotación, se queda en el aire, a la espera de un acuerdo mercantil con De la Peña.