La Autoridad Portuaria destina 3 millones de euros en la adecuación de las vías del Dique del Este para que el operador Tramesa ubique un puente grúa que facilite la operativa de carga y descarga de semirremolques.
La Autoridad Portuaria de Valencia ha activado el procedimiento para la remodelación de la playa de vías del Dique Este, donde se encuentra ubicada la terminal de la naviera italiana Grimaldi. Con esta actuación, el enclave se dotará de una nueva terminal de transporte combinado, capaz de cargar y descargar semirremolques de camión procedentes del ferrocarril.
El objetivo del enclave, que preside Joan Calabuig, es realizar el acondicionamiento de la zona y ubicar las instalaciones necesarias que permitan la implantación posterior de un puente grúa. Su instalación corre a cargo del operador Tramesa, de acuerdo al convenio firmado por esta empresa con el puerto y Adif para el desarrollo de una Autopista Ferroviaria con Madrid.
La Autoridad Portuaria ha licitado las obras en 3 millones de euros, en una actuación que cuenta con fondos del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia del Gobierno de Sánchez. Las obras, con un plazo de ejecución de seis meses, se circunscriben a 740 metros lineales del Dique del Este, donde se ubicarán las cimentaciones de los dos carriles sobre los que se desplazará el puente grúa.
De acuerdo a los compromisos, Tramesa, que dispone, desde el pasado mes de enero, de la autorización del servicio comercial de carga y descarga de semirremolques por un periodo de quince años, acometerá una inversión de alrededor de 10 millones de euros en la adquisición de un puente grúa, así como una flota de plataformas ferroviarias que permitirán el acarreo de los semirremolques, dos por vagón.
Segundo paso, Portugal
El propósito de la Autopista Ferroviaria es la apertura a partir de 2024 de un corredor libre de carbono entre Madrid y el puerto de Valencia para todo el tráfico de semirremolques que transita con Italia en el enclave. El segundo paso de esta iniciativa es ampliar el proyecto hasta Portugal, conectando el Atlántico y el Mediterráneo por el interior de España.
Junto al compromiso de Tramesa, la Autoridad Portuaria ha remarcado que las obras deberán posibilitar la convivencia con los tráficos actuales que se atienden por ferrocarril, en concreto el acarreo de convoyes de vehículos nuevos, al tiempo que se permite dotar al enclave de una infraestructura “para que en régimen de libre competencia los operadores puedan apostar por la explotación de la Autopista Ferroviaria en la que llevar a cabo la transferencia de cargas entre modos de transporte”.
Es decir, la infraestructura quedará abierta a que nuevos operadores propongan otras actuaciones similares hacia cualquier destino, que también podrán utilizar la playa de vías del Dique del Este para sus iniciativas.