La Autoridad Portuaria de Bilbao, que preside Asier Atutxa, ha dado la vuelta, como a un calcetín, a las tasas de actividad de la terminal de contenedores gestionada por Noatum Container Terminal Bilbao. La medida persigue incentivar este tráfico a través de la dársena, que cerró el año 2014 con un volumen de 630.886 TEUs y un crecimiento próximo al 4 por ciento, según señalan desde el organismo portuario. El nuevo baremo establecido por la entidad, al que ha tenido acceso TRANSPORTE XXI, reduce la tasa por TEU movido a medida que se incrementa el tráfico, justo lo contrario de lo que venía sucediendo hasta la fecha. Para ello, la Autoridad Portuaria ha incorporado cinco nuevos tramos entre los 500.001 y el millón de TEUs (ver tabla adjunta). La ‘línea roja’ se ha fijado en el movimiento registrado el pasado año en la instalación del grupo Noatum, que mueve cerca del 90 por ciento del tráfico de contenedores del puerto de Bilbao. Es decir, unos 550.000 TEUs, aproximadamente, a falta de conocer los datos oficiales del terminalista, que no ha hecho públicos. Así las cosas, la estibadora empezaría a notar los efectos positivos de la decisión adoptada por la entidad portuaria a partir de los volúmenes de 2014, mientras que en el caso de repetir registros, pagaría prácticamente lo mismo. A modo de ejemplo, si el grupo Noatum cerrase este año con un tráfico próximo a los 575.000 TEUs, lo que supondría un aumento en el entorno del 4 por ciento, similar al registrado en 2014 por el puerto, el coste por la tasa de actividad se situaría en 2,72 millones de euros. Una cifra que supondría un ahorro del 2 por ciento frente a los 2,77 millones de que tendría que pagar en función de las tasas de la terminal de contenedores en el año 2014. A más a más, si Noatum logra superar la barrera de los 700.000 TEUs, tal y como recoge el plan estratégico del puerto de Bilbao en el horizonte del año 2017, el ahorro de costes se dispararía hasta el 9,5 por ciento. Fuentes del grupo portuario han valorado de forma positiva la medida, aunque recordaron a TRANSPORTE XXI que “sólo tendrá efectos positivos si aumenta el tráfico de contenedores en la terminal”. De hecho, volvieron a poner el foco en las tasas de actividad. “Son muy superiores a las de otros puertos, como Barcelona, Valencia o Las Palmas, y, además, este año se ha encarecido el precio del suelo al reducirse del 10 al 5 por ciento la bonificación a la tasa de ocupación”, añadieron los mismos interlocutores. Como ya adelantó este periódico, este anuncio de la Autoridad Portuaria de Billbao cayó como un jarro de agua fría en el sector, que mostró su malestar por esta subida en un contexto de IPC negativo. INCENTIVAR TRÁFICOS El organismo portuario salió al paso de las críticas manifestando que el “ligero” recorte de las bonificaciones trata de incentivar la consecución de nuevos tráficos comerciales y proyectos. “No se puede bonificar eternamente lo que ya tenemos. Es necesario meter un punto de tensión para que las empresas se marquen unos objetivos ambiciosos, pero alcanzables”, explicó el presidente del organismo portuario, Asier Atutxa. La opinión de los operadores portuarios es bien distinta e hicieron hincapié en que “este sobrecoste no se puede repercutir al cliente”, lo que “lastra la competitividad de las terminales”, sobre todo de cara a atraer nuevos tráficos, que, precisamente es el objetivo final del puerto de Bilbao.