El operador belga de transporte combinado ferrocarril-carretera TRW se muestra muy optimista: en los próximos tres años quiere duplicar sus tráficos, y para ello ampliará la capacidad de sus terminales y su parque de vagones.
Y todo ello pese a la pérdida de uno de sus principales clientes en 2007, y los efectos negativos que causaron en los volúmenes transportados las huelgas del transporte en Alemania y Francia. En el año 2008, la empresa belga aumentará las frecuencias de sus servicios y presentará nuevas conexiones directas, sobre todo hacia el centro y el Este de Europa.