La plantilla se reduce vía jubilaciones y está prevista la salida de 34 portuarios hasta 2014.
La brusca caída del tráfico del puerto de Pasajes aboca a la sociedad de estiba a prorrogar un año más el ERE temporal rotatorio que afecta desde 2009 a todo el colectivo de estibadores. La plantilla se está reduciendo ya vía jubilaciones para ajustarla a la actual coyuntura y está prevista la salida de 34 portuarios en los próximos tres años.
La actividad del puerto de Pasajes, con una caída del 18 por ciento en 2011, según avanzó el presidente del organismo portuario, Lucio Hernando, a falta de unos días para el cierre del ejercicio anual, no recupera el pulso y arrastra a la sociedad de estiba a prorrogar un año más el ERE temporal rotatorio que afecta desde 2009 a todo el colectivo de estibadores. Así lo confirmaron a este periódico fuentes sindicales, que cifran en unos 20 trabajadores el excedente de mano de obra para el tráfico actual, próximo a los 3,2 millones de toneladas, frente a los cerca de 4 millones de toneladas del año anterior, tras un 2009 ‘horribilis’, que arrojó un movimiento de 3,4 millones de toneladas. Los mismos interlocutores recordaron, en este sentido, que la plantilla de portuarios, formada por 92 trabajadores -sin contar los 35 fijos de empresa, no afectados por el expediente de regulación de empleo- ya se está reduciendo, vía jubilaciones, para ajustarla al actual escenario de recesión de tráficos. En concreto, en los últimos dos años han salido cerca de una docena de portuarios y está prevista la jubilación de otros 34 estibadores hasta 2014. La brusca caída del tráfico obedece, sobre todo, al descenso de la actividad de ArcelorMittal, principal cliente de la dársena, que ha pasado de mover una media de 3 millones de toneladas anuales, entre chatarra y producto acabado, a poco más de 1,1 millones de toneladas como consecuencia de la crisis. La disminución del tráfico de productos siderúrgicos también se explica por el parón de las dos plantas guipuzcoanas del Grupo Gallardo, con una producción próxima a las 300.000 toneladas en 2011, muy lejos del millón de toneladas que aportaban al tráfico del puerto. De hecho, en el acumulado anual hasta noviembre, Pasajes movió 1,25 millones de toneladas de productos siderúrgicos, con un descenso del 17 por ciento. Por otra parte, hay que añadir el sostenido decrecimiento del tráfico de importación de chatarra, que se ha convertido en una constante. El acumulado de los once primeros meses del pasado año refleja un movimiento de 354.970 toneladas, con una caída superior al 48 por ciento. Un fenómeno que se explica porque hay abundante chatarra en el mercado nacional debido a la crisis, por lo que las acerías guipuzcoanas se abastecen de éste y, por consiguiente, importan menos. Hay que recordar que los productos siderúrgicos y la chatarra representan más del 54 por ciento del tráfico de la dársena guipuzcoana.