El miedo inicial al desabastecimiento ha dado paso a la confianza del consumidor en las redes logísticas, según señalaron expertos en una jornada ‘online’ organizada por el CEL.
La cadena de suministro ha demostrado su resiliencia en plena pandemia del coronavirus, según se puso de manifiesto en el marco de una jornada online de expertos logísticos organizada por el Centro Español de Logística (CEL) ayer en Madrid.
“La complejidad de la situación ha representado el test más grande de resiliencia al que nunca pensábamos que nos podríamos enfrentar”, apuntó Ana Isabel González, directora de Logística para Clientes Globales de Procter & Gamble y presidenta del CEL. “La buena noticia es que la cadena de suministro ha redoblado los esfuerzos”, añadió, lo que le ha permitido “transmitir confianza en que el abastecimiento iba a estar garantizado y que la gente tenga esa seguridad”, señaló.
En esa misma idea incidió el experto en cadena de suministro Miguel Quintana al afirmar que “la preocupación inicial por el desabastecimiento ha desaparecido, generando una situación mucho más ordenada gracias a la confianza del consumidor en las redes logísticas y en los distribuidores”.
Por su parte, Pedro Gil, director de Transporte de DIA, reflejó el fuerte crecimiento del movimiento de mercancías de primera necesidad durante las últimas semanas, en las que se han multiplicado por dos las ventas presenciales en sus tiendas y por cinco las ventas por internet. Gil destacó la alta disponibilidad del sector del transporte y el trasvase de vehículos desde otros sectores en los que la actividad se ha parado hacia la alimentación. En ese sentido, el directivo de DIA llamó a la reflexión a los transportistas sobre otra de las lecturas que se pueden extraer de esta crisis, al mencionar que “los vehículos a temperatura dirigida pueden mover mercancía refrigerada y seca, mientras que los vehículos de seco solo pueden transportar seco”.
“Esta crisis tiene que obligarnos a repensar porque en la logística de gran consumo siempre hemos sido defensores del flujo tenso, pero en ocasiones críticas esto rompe la cadena”, advirtió Gil. En este sentido, el directivo apeló a una cierta “involución logísticamente hablando, con una apuesta mayor por la proximidad del almacenamiento y la distribución”.
Pablo Segovia, Head of Logistics de Unión Fenosa Distribución, hizo hincapié en que el servicio esencial que su compañía ofrece en la crisis sanitaria se ha podido desempeñar gracias a una base sólida de proveedores y fuentes de aprovisionamiento, es decir, “una estructura que garantiza el suministro”.
Xavier Farrés, director de Desarrollo de Negocio de Miebach, aseguró que la situación actual afecta a las cadenas de suministro de todos las partes del mundo. “En China se están empezando a recuperar, de manera prudente por si hay un rebrote, pero al estar el resto del mundo confinado, la mitad de su mercado está parado”, avanzó.
Mientras, Manuel Yagüe, director ejecutivo de Everis NTT Data, se refirió a la gran dispersión que ha generado la pandemia, “con industrias con poca carga de trabajo y otras en las que las cadenas de suministro están supertensas”. Yagüe aventuró que “esto va a servir para ponerse las pilas, con la necesidad de dotarse de planes de contingencia en todas las empresas”.
Finalmente, el director de Innovación y Proyectos del CEL, Ramón García, hizo balance de los aspectos clave que se pusieron sobre la mesa en la jornada, como son coordinación, colaboración, transformación digital, resiliencia, personas, local versus global, agilidad y estandarización.