El transbordo, que crece al 23%, salva los resultados en “una época de vacas flacas”.
“Han empezado a notarse los efectos de la ralentización económica”, señalaba el pasado 24 de abril el presidente del puerto de Valencia, Rafael Aznar. La crisis mundial ha aterrizado de pleno en el puerto valenciano con una caída global de las importaciones por contenedor del 2,55 por ciento en el primer trimestre, cuyos resultados sólo son salvados por el auge del transbordo, con un aumento del 23 por ciento y un ligero comportamiento positivo de las exportaciones, que crecen un 4,12 por ciento.
Estos dos últimos datos vienen a salvar los resultados globales del puerto de Valencia en el tráfico de contenedores, que pese a crecer un 8,16 por ciento en el primer trimestre de 2008, con un movimiento de 782.888 TEUs, está en fase de desaceleración, ya que eliminando los contenedores vacíos, la exportación cae un 7,99 por ciento, con 129.455 TEUs y la importación sólo crece un 0,68 por ciento, con 165.425 TEUs.
Con las cifras globales, los tránsitos alcanzan la cifra de 294.897 TEUs, mientras que la exportación suma 248.612 TEUs y la importación 239.379 TEUs. Con ello, los transbordos ya suponen el 37,6 por ciento del tráfico de contenedores, un registro histórico. En este sentido, preguntado por este periódico por el auge del transbordo, Aznar señalaba que “el comercio exterior era antes la palanca en la que se apoyaba el transbordo, ahora los tránsitos permiten fidelizar a las navieras, porque es el modo en épocas de vacas flacas de mantener la conectividad y esa aguanta más con una consolidación del tránsito, que si no lo tuviéramos”.