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La carga internacional tira del carro en El Prat con una cuota del 90%

La Cámara de Barcelona diseña un plan para captar cargueros aprovechando las acciones comerciales de promoción exterior.

El tráfico internacional de carga representa ya casi el 90 por ciento del total que pasa por el aeropuerto de Barcelona. Entre 2000 y 2010, las mercancías movidas en vuelos internacionales han crecido el 70,5 por ciento, mientras que las transportadas en trayectos nacionales han descendido el 66,6 por ciento, en el mismo periodo

El tráfico internacional ha tirado del carro en el negocio de la carga en el aeropuerto de Barcelona durante los últimos años. De representar el 62 por ciento del tráfico total en el año 2000, pasó a tener una cuota del 76 por ciento en 2005, que ha crecido hasta casi el 90 por ciento en 2010. Entre 2000 y 2010, las mercancías movidas en vuelos internacionales han aumentado el 70,5 por ciento (39.329 toneladas más).

En el mismo periodo, el tráfico nacional ha descendido el 66,6 por ciento (21.970 toneladas menos). El pasado año, El Prat cerró con 106.123 toneladas de mercancías, de las que 95.098 se transportaron en vuelos internacionales y 11.025 en trayectos nacionales, lo que representó el 18,2 y el 3,7 por ciento más, respectivamente, que en 2009, según las estadísticas de Aena. La tendencia es que la carga internacional siga ganando peso. Y esta es la estrategia del Comité de Desarrollo de Rutas Aéreas (CDRA), creado en el año 2005 por Aena, la Generalitat de Cataluña, el Ayuntamiento y la Cámara de Comercio de Barcelona para promover El Prat como aeropuerto hub de tráficos intercontinentales.

Hasta la fecha, el CDRA ha concentrado sus esfuerzos en la captación de vuelos de pasajeros, que han beneficiado el negocio de la carga. Ejemplo de ello es Singapore Airlines, que aterrizó en El Prat en 2006 y se ha convertido en una de las primeras aerolíneas en movimiento de mercancías. Aunque en Barcelona ya operan compañías exclusivamente cargueras, como Jade Cargo y Cargolux, ahora, el paso siguiente a dar es “atraer más vuelos puramente cargueros intercontinentales”, señala Salvador Curcoll, representante de la Cámara de Comercio en el CDRA y responsable de Infraestructuras del organismo cameral.

Se trata de una estrategia diferente a la de Barajas, que apuesta más por la comercialización de las bodegas de los aviones de pasajeros. Conseguir aviones cargueros “pasa por contemplar la carga aérea como una herramienta más de exportación para que las empresas entren en nuevos mercados, y si sabemos generar exportación, ya vendrá la importación”.

La economía catalana, la primera comunidad autónoma en comercio exterior, genera “exportaciones muy diversificadas, de valor añadido y poco estacionales aptas para el transporte aéreo”. Productos que ahora salen por otros hubs o que “no salen por ningún aeropuerto”. El objetivo es orientar ese flujo de exportación hacia el avión. Y para ello, la Cámara de Comercio está diseñando una estrategia de cómo estimular la carga aérea aprovechando el plan de internacionalización que ya viene desarrollando, que aplicará este mismo año.

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