El sector acepta el debate pero exige atacar, junto al aumento de capacidad de carga, otros temas clave para ganar competitividad si lo que se busca es mejorar la eficiencia.
El transporte por carretera cree que ahora “no toca” modificar las dimensiones de los vehículos. El Comité Nacional acepta el debate, pero deja claro que “no lo ha pedido el sector” e insiste en abordar otras cuestiones clave para mejorar la competitividad, junto al incremento de la capacidad de carga, si de verdad se busca eficiencia
Mientras en Francia la circulación de camiones de 44 toneladas ya es una realidad y Portugal acaba de autorizar el transporte de 60 toneladas, España todavía se encuentra inmersa en plena discusión sobre la modificación de la normativa que regula los pesos y dimensiones de los vehículos. Un debate que no ha solicitado el sector y que sigue arrojando ríos de tinta. El Pleno del Comité Nacional del Transporte por Carretera, presidido por Ovidio de la Roza, analizó el pasado 17 de septiembre el último borrador de Fomento, que mantiene abierta la puerta a los ‘megacamiones’ y aparca, de momento, la implantación de las 44 toneladas.
El documento contempla, igualmente, la posibilidad de aumentar la altura máxima de algunos vehículos pesados a 4,5 metros. Una medida que ya se admite para portavehículos, vehículos grúa y el transporte de contenedores cerrados homologados para combinado o intermodal. En principio, el Comité Nacional ha dicho “sí” al debate en aras de la modernización del transporte, aunque advierte que “no aceptará una imposición en el exclusivo beneficio de terceros”, en clara alusión a los cargadores. Lo cierto, no obstante, es que se ha abierto un melón de difícil salida. Y es que las opiniones de los transportistas son para todos los gustos y colores.
Ni sí, ni no, ni todo lo contrario. Un fiel reflejo de la actual composición del Comité, una mezcla explosiva de intereses contrapuestos. Algunas organizaciones empresariales, incluso, no tienen aún una posición definitiva, caso de CETM, donde el transporte frigorífico encabeza la corriente crítica en el seno de esta patronal y ya ha mostrado su “oposición frontal” a un cambio de la normativa de pesos y dimensiones de “consecuencias devastadoras para el sector”. TRANSPORTE XXI ha tenido acceso al Acta del Pleno del Comité con la opinión de los responsables del sector.
A continuación se recogen las principales conclusiones. El presidente de CETM, Marcos Montero, tras hacer hincapié en que el principio que debe regir en esta materia es el de la armonización europea, recuerda que “el sector no está totalmente recuperado”, por lo que “no parece acertado sacar del mercado buena parte de las mercancías disponibles para concentrarlas en vehículos de mayor capacidad”. El empresario insiste, además, en que para mejorar la eficacia en el transporte no basta con ampliar la capacidad de carga de los camiones, sino que “es preciso incluir en el debate otras cuestiones”.
A modo de ejemplo, cita las restricciones de tráfico, la mejora de las infraestructuras, la creación de áreas de descanso, las ayudas a la renovación de flota o la lucha contra la morosidad. Una opinión compartida por el resto de asociaciones, que reitera la necesidad de que cualquier modificación de las dimensiones de los vehículos debería adoptarse en el marco de una política de fomento del transporte. Con todo, Montero no ve problemas al aumento de la altura de los vehículos, ni a los megacamiones, aunque, en este caso concreto, “siempre con una autorización especial para un trayecto concreto” y con “carácter experimental”.
Más crítico se muestra el presidente de Astic, Marcos Basante, que entiende que existe una “presión política” para modificar las dimensiones de los vehículos. Así las cosas, no cree oportuno modificar la altura de los camiones, ya que sería una medida excepcional exclusiva para España, mientras no ve con malos ojos la circulación de los megacamiones. Eso sí, con “limitaciones y de forma experimental”. El secretario general de Atfrie, Javier de Mauricio, también destaca que “esta medida está propiciada por intereses de ciertos cargadores” y se manifiesta contrario a la modificación de la altura. Por su parte, el presidente de Fenadismer, Julio Villaescusa, es partidario de sumarse al proceso político que se abre con la propuesta de un cambio de dimensiones en los vehículos.
“Hay una oportunidad de dinamizar el transporte, si bien sujetándolo a una autorización, con limitación modular y con carácter experimental”, señala Villaescusa. En lo que también existe cierta coincidencia es en la necesidad de elaborar un estudio técnico sobre las implicaciones que tendrá en el sector la modificación de las dimensiones. No obstante, resulta curioso este apunte a la luz de los informes ya existentes que avalan las ventajas de aumentar la capacidad de carga de los camiones, como recuerda el presidente de Astic. “El problema es que hay quien se manifiesta en contra, sabiendo que son rentables -en relación a las 44 toneladas-. Otra cosa es que el sector no esté en condiciones de asumirlo en este momento”, explica Basante.