La brusca caída de la producción de las plantas siderúrgicas, próxima al 21% en 2012, repercute, además, en los precios del transporte, que se desploman entre un 6 y un 8%.
El transporte por carretera, que sigue con las alarmas encendidas, perdió la friolera de más de 84.000 viajes en 2012 por la brusca caída de la producción de las acerías vascas, próxima al 21 por ciento. El parón de la industria se dejó sentir, además, en los precios del transporte, que registraron un recorte de entre el 6 y el 8 por ciento
La brusca caída de la cartera de pedidos de la industria vasca del acero, buen indicador para medir la salud del transporte por carretera, está pasando una gruesa factura al sector, que ha visto como la flota de vehículos pesados se reducía un 15 por ciento el pasado año. Los datos son demoledores. La producción alcanzó los 3,8 millones de toneladas en 2012, lo que representa un recorte del 20,8 por ciento respecto a los 4,8 millones de toneladas del ejercicio anterior, y muy lejos de los 7,5 millones de 2007, antes del estallido de la crisis.
Es decir, un millón menos de toneladas frente a 2011, lo que supone la pérdida de más de 84.000 viajes para los transportistas entre entrada de materias primas, chatarra fundamentalmente, y salida de producto acabado. Una estadística que, además, ha tenido su repercusión en los precios del transporte, que han caído entre un 6 y un 8 por ciento, según confirmaron empresarios del sector consultados por este periódico.
Los mismos interlocutores insisten, en este sentido, en que “si no ajustas las tarifas realizas menos viajes o simplemente dejas de estar en la lista de proveedores”. En este momento, los transportistas ruedan a menos de un euro el kilómetro, cuando el Observatorio de costes de Fomento fija la línea roja en 1,32 euros por kilómetro cargado para un vehículo articulado de carga general, lo que “difícilmente permite siquiera cubrir costes”, añadieron los mismos medios, tras advertir que “se trata de aguantar y esperar a que caiga antes el de al lado”.
La evolución de las plantas siderúrgicas ArcelorMittal Sestao y Corrugados Azpeitia, con una cuota del 14 por ciento de la producción siderúrgica vasca, son un buen ejemplo de los efectos de la crisis. Así, la acería compacta del gigante siderúrgico sólo sacó al mercado 400.000 toneladas (su capacidad es de 1,6 millones de toneladas anuales), lo que supuso un descenso superior al 54 por ciento frente a las 884.000 toneladas de bobinas que fabricó en 2011.
Además, hay que señalar que la planta vizcaína arrancó a finales de mayo tras un paro iniciado en diciembre. Corrugados Azpeitia, por su parte, mantuvo su actividad casi paralizada desde marzo, por lo que su producción apenas alcanzó las 172.000 toneladas, con una caída interanual del 42,6 ciento.
Unos guarismos que también se dejaron sentir en el tráfico del puerto de Pasajes, que cerró 2012 con una caída del 4,6 por ciento. Hay que tener en cuenta que la siderúrgica, del grupo Gallardo, llegó a aportar a la dársena más de un millón de toneladas anuales.