La Comisión Europea ha presentado una nueva propuesta legislativa para liberalizar servicios portuarios que deja fuera a la estiba. La iniciativa se centra en dos aspectos: la aplicación de la libertad de prestación de servicios y la transparencia de la gestión tarifaria y financiera de las Autoridades Portuarias. La propuesta, en este sentido, hace hincapié en la aplicación generalizada de procedimientos transparentes y abiertos para la selección los prestadores de servicios portuarios y el establecimiento de normas para evitar posibles abusos tarifarios por los operadores con derechos exclusivos.
No obstante, con el fin de tener en cuenta las particularidades de cada puerto, prevé que el organismo gestor del enclave pueda limitar el número de oferentes de uno o más servicios, si bien sólo por una serie de razones objetivas y tasadas, y también que se puedan imponer a los prestadores ciertas obligaciones como condición para la prestación del servicio, pero sólo en ciertas materias.
En cuanto a la decisión de dejar fuera la estiba, la Comisión se escuda en que, en muchos casos, se regulan mediante concesiones y que “el establecimiento de nuevos requisitos legales podría dificultar los esfuerzos que se están haciendo por iniciar un proceso de diálogo social en este campo”.
La autoprestación, uno de los aspectos más controvertidos en la tramitación de las fallidas propuestas de Directiva sobre esta misma materia, queda al margen de esta propuesta, que será aplicable únicamente a los servicios prestados a cambio de una remuneración. La Comisión señala, en su introducción, que varios Estados ya tienen regulada esta materia.