La centenaria firma Labori Aduanas, fundada en 1889, cerró sus puertas a finales del pasado junio. La agencia de aduanas no ha tenido continuidad tras fallecer el actual propietario. Labori Aduanas, que desarrollaba su actividad tanto en el transporte marítimo como aéreo, contaba con una plantilla de nueve trabajadores y oficinas en el centro de Barcelona.
“En la empresa se desarrollaba una actividad normal, no hemos notado una bajada acusada de trabajo”, señalaron fuentes de los trabajadores. La compañía ha cerrado adeudando a los empleados un mes de salario y una paga extra, además de dejar impagos en algunas empresas, entre ellas de transporte terrestre de contenedores que operan en el puerto de Barcelona.