Se compromete a utilizar “un lenguaje claro y enérgico” y “la mayor firmeza posible” en sus relaciones con el nuevo Gobierno.
El ultimátum de la catalana Cetcat a la CETM de Montero y de la Roza ha dado, en principio, buenos frutos ya que ”Conetrans, ante la peligrosa situación del sector, ha acordado mostrar la mayor firmeza posible en el planteamiento de las demandas del sector, desde el primer día, a los nuevos responsables de la Administración, con un lenguaje claro y enérgico”
Así reza el comunicado hecho público por Conetrans después de la reunión celebrada por su junta directiva el pasado 26 de marzo en Madrid. Tal como había adelantado este periódico en su edición del 1 de marzo, en la citada reunión, que transcurrió en términos muy respetuosos y conciliadores , Cetcat trasladó a Montero y De la Roza su malestar “por la actitud de complacencia que mantienen CETM y Conetrans en sus relaciones” con el Gobierno. Es más, la catalana, que está integrada en Conetrans y CETM, se guarda un as en la manga y es que no descarta descolgarse de la siglas que comandan Montero y de la Roza si estas organizaciones no abren en su seno un debate de calado.
A la luz del comunicado de Conetrans se puede decir que el mensaje que trasladó Ramón Prujà, presidente de la Cetcat, respaldado por la juntas directivas de las cinco asociaciones que integran la misma, ha hecho efecto en la primera patronal de transporte de mercancías por carretera de España, aunque queda por ver cómo lo llevará a la práctica en los próximos meses.
CETM ha intentado maquillar su reacción apelando a “la peligrosa situación actual del sector”, pero lo cierto es que detrás de este comunicado, donde hace pública su intención de mostrar la mayor firmeza en el planteamiento de las demandas del sector”, hay voces críticas, y no sólo de la catalana Cetcat, con la forma en que Montero y De la Roza vienen relacionándose con Fomento y el resto de la Administración, una manera de hacer que algunos empresarios y organizaciones de la carretera califican de “puro seguidismo” y “contraria” a los intereses del sector.
Es más, en plena campaña electoral, se podían leer unas declaraciones de Marcos Montero en las que decía que “tenemos la filosofía y la obligación de llevarnos lo mejor posible con las instituciones que nos representan” y alababa “la labor resolutiva” de Fomento “respecto a los problemas del sector”, un discurso que parece haberse diluido tras el golpe de mano dado por la Cetcat. En el comunicado, CETM sigue la senda marcada por la catalana, que, defiende “que sean los propios empresarios quienes lleven el peso de las negociaciones en temas complicados y que seamos capaces de anticiparnos a toda la descarga de normativa comunitaria”.
Así, la nota de prensa hecha pública por Conetrans el 26 de marzo dice que “la organización adoptará una posición nacional fuerte y dura contra posibles nuevos peajes, tasas e impuestos que establezca la euroviñeta. También tratará que la situación se coordine con las autonomías en prevención de nuevas tentativas impositivas por parte de éstas”. La espita que ha provocado que la Cetcat ponga luz a la crisis interna de la CETM ha sido la negociación de las nuevas restricciones al tráfico de camiones en Cataluña (que al cierre de esta edición seguía abierta), donde “todo el transporte regional ha estado unido”.
Las fuentes de absoluta solvencia consultadas por este periódico se hacían eco de este escenario en contraposición a lo que ocurre en Madrid, donde “hay desunión a la hora de defender los intereses del sector”. Montero y De la Roza parece que también han interiorizado este mensaje, ya que han reiterado su “total disconformidad con la imposición de restricciones de carácter generico al transporte de mercancías. En apoyo a esta postura tomará todas las medidas que sean necesarias”. Además, han planteado que “exista un calendario aprobado por todas las instituciones implicadas del Estado y las Comunidades Autónomas”, añade el comunicado.