Insiste en internalizar los costes externos como herramienta de transferencia modal.
Antonio Tajani ha presentado recientemente sus propósitos para el transporte europeo en el periodo 2010-2020. El Comisario reconoce que hasta ahora no se ha conseguido afianzar la transferencia modal ni se han reducido las emisiones de gases de invernadero, pero insiste que la internalización de los costes externos de la carretera es la mejor vía
Antonio Tajani, vicepresidente de la Comisión Europea y Comisario de Transportes, ha presentado recientemente las líneas generales de lo que será el Libro Blanco de la política europea de transportes para el periodo 2010-2020. Se trata de un documento de 20 páginas que sienta las bases para una consulta al sector que se realizará de aquí a finales de 2010, y que desembocará en el Libro Blanco propiamente dicho. Para empezar, Tajani expuso un resumen de los resultados obtenidos en el periodo 2001-2010. Recordemos que el objetivo de aquel periodo era: “el desarrollo de transportes seguros, fiables y de calidad, a precios competitivos y reduciendo el impacto sobre el medioambiente”.
Según Tajani, los 400.000 millones de euros invertidos por la UE en sus redes de transporte, agencias de seguridad aérea, marítima y ferroviaria han dado sus frutos. Pero lo cierto es que la “transferencia modal” no ha cuajado (como mucho, se ha detenido el declive del ferrocarril). La asociación del crecimiento del transporte a la evolución del PIB ha sido borrada del mapa por la globalización y la deslocalización de la producción.
La demanda del transporte ha aumentado una media del 2,7 por ciento entre 1995 y 2007, sólo un 0,2 por ciento más que la producción. En cuanto a la protección del medio ambiente, el transporte por carretera se anota el mayor crecimiento en generación de gases invernadero. Por tanto, si los objetivos son los mismos, ¿qué ofrece Tajani para los próximos diez años? El Comisario defiende el “precio justo” del transporte como única manera de asegurar una más eficaz transferencia de cargas desde la carretera: “Sólo puede haber eficacia económica si los precios reflejan el conjunto de los costes, internos y externos, verdaderamente causados por los usuarios”. La declaración de intenciones no ha sido muy mal recibida por los actores del sector.
Los más satisfechos son los cargadores. El Consejo Europeo de Cargadores (ESC) señala que Tajani está en lo correcto en los puntos principales: “una mayor apertura del mercado, ayuda a la innovación, modos y sistemas de transporte más integrados, y libre selección del operador por parte del usuario”. La Comunidad de Empresas Ferroviarias y de Infraestructura (CER) también aplaude el avance de Libro Blanco: “nos alegramos de que la CE reconozca la importancia que tiene reflejar todos los costes en las tarifas de transporte”.
Sin contar aún con la reacción oficial de la IRU, la asociación deja a entender que los ambiciosos objetivos medioambientales de la CE no pueden ser alcanzados sin contar con una política de transportes digna del nombre. La IRU asevera que propuestas anticuadas como la Euroviñeta deben ser evitadas.