La Comisión revela su propuesta de internalización de costes

El planteamiento de la tasa denominada Euroviñeta pasará del principio de “el usuario paga” al de “el que contamina paga”.

Un camión Euro 5 pagará tres céntimos más por kilómetro, mientras que a un Euro 3 le costará siete céntimos por kilómetro. La CE quiere superar el mero coste de uso de la infraestructura para incluir los costes externos en la nueva Euroviñeta. La medida, aplicable a partir de 2011, será optativa para los Estados de la Unión Europea

La Comisión Europea quiere modificar el actual planteamiento de la tasa Euroviñeta para que ya no sólo sea el mero usuario de las infraestructuras el que pague por los llamados “costes externos” (costes asociados a la contaminación, el ruido y los embotellamientos), sino que sea el usuario que contamina. Como en el pasado, la Euroviñeta no obligará a ningún Estado miembro a implantar peajes, pero aquéllos que lo hagan tendrán en cuenta a partir de ahora los factores expuestos.

La CE renunció a incluir los costes asociados a la siniestralidad en carretera y la ocupación de suelo en su directiva. La antigua Euroviñeta sólo permitía incluir el precio de utilización de las infraestructuras. El precio de la Euroviñeta en tránsitos urbanos y semiurbanos, para un camión del tipo Euro 5, no debería exceder los tres céntimos por kilómetro. Pero un camión del tipo Euro 3 pagará hasta siete céntimos en la misma ruta. Los precios señalados, indicativos, también variarán en función de la hora del día.

Según el comisario de Transportes, Antonio Tajani, el objetivo principal es reducir el impacto del transporte por carretera en el medio ambiente sin por ello afectar a la competencia. Según Tajani, el coste del transporte por carretera aumentará una media de 0,04 céntimos por tonelada y kilómetro. Los ingresos extras percibidos por los Estados deberán ser dedicados forzosamente a la construcción de infraestructuras “verdes” y a la minimización de los efectos negativos del transporte.

La CE no aplicará la directiva hasta 2011, y los expertos de transporte de la dirección general de transportes aseguran que las empresas renovarán sus flotas y reducirán los trayectos en vacío para aumentar la productividad de sus operaciones, al mismo tiempo que disminuirán el consumo de combustible. Según los estudios de impacto, la tasa no afectará al precio al consumidor ni a la competitividad de la economía europea.